Gay de Montell dice que el independentismo quiere un estado en el que no encajan "ni la religión, ni la empresa familiar ni el crecimiento"
BARCELONA, 10 Feb. (EUROPA PRESS) -
El candidato del PP a las elecciones catalanas del 14F, Alejandro Fernández, ha apostado este miércoles por revertir aquellos aspectos de la política y la economía catalana que provocaron la marcha de empresas por el proceso soberanista.
En un acto en Barcelona, Fernández ha pedido pasar de un "infierno fiscal" a unos impuestos moderados que incentiven el ahorro y la inversión, ya que, ha dicho, las empresas constataron que en otras comunidades autónomas tenían más facilidades.
El popular también ha propuesto pasar de "la rotura de la convivencia" a una sociedad donde quepa todo el mundo, así como sustituir la inseguridad jurídica --en sus palabras-- a un sistema con pocas leyes pero claras y de obligado cumplimiento para todos.
Por último, ha solicitado "prestigiar de nuevo las instituciones", ya que, según él, con la aprobación de las leyes de transitoriedad y del referéndum, en septiembre de 2017, se convirtió a Catalunya, según ha dicho, en un protectorado autoritario con un Puigdemont plenipotenciario.
"Si somos capaces de recuperar aquello que provocó la marcha, las empresas volverán", ha augurado, asegurando que es un mantra ridículo afirmar que los traslados se produjeron porque así lo decidió el poder político.
Fernández ha considerado "absurdo" justificar que la Comunidad de Madrid ha adelantado a Catalunya en lo económico con el argumento de la capitalidad, ya que, ha explicado, el 'sorpasso' se ha producido coincidiendo con el proceso soberanista.
GAY DE MONTELL
El expresidente de Foment del Treball, Joaquim Gay de Montell, que ocupa la última posición de la lista del PP por Barcelona, ha pedido acabar con las "incertidumbres" que presiden la economía catalana desde el verano de 2017.
Gay de Montell ha identificado la renuncia de Artur Mas a aspirar a la presidencia --el 'pas al costat' (paso a un lado) exigido por la CUP-- como el punto en que empezaron las dudas: "Dio paso a unas fuerzas que no quieren el progreso, quieren arrasarlo todo y crear un nuevo Estado de conceptos muy diferentes, en el que ni la religión ni la familia, ni la empresa familiar ni el crecimiento económico encajan".
BOU Y RIVADULLA
El portavoz del PP en el Ayuntamiento de Barcelona, Josep Bou, ha afirmado que, cuando el nacionalismo prospera, la economía retrocede ("Es matemático y los catalanes lo tenían que saber", ha lamentado); y ha pedido una reducción de las reglamentaciones para crear empresas y una bajada de impuestos, tanto autonómicos como municipales.
A su vez, el sucesor de Bou como presidente de Empresaris de Catalunya y número 39 del PP por Barcelona, Carlos Rivadulla, ha deplorado que los últimos presidentes y consellers fueron elegidos "por sus cuotas y sus luchas internas, o por su fanatismo"; ha asegurado que Fernández sería un presidente --en sus palabras-- como un buen árbitro, del que casi no se note su presencia.