El subinspector defiende que "todas las actuaciones fueron correctas"
BARCELONA, 27 Feb. (EUROPA PRESS) -
La Fiscalía mantiene la petición de dos años de prisión para el subinspector de los Mossos d'Esquadra por presuntas lesiones durante el desalojo de los indignados de plaza Catalunya el 26 de mayo de 2011, y considera que "existe desproporción en la actuación" del acusado durante el operativo.
Durante la última sesión del juicio, que ha quedado visto para sentencia este jueves, la fiscal ha expuesto que considera acreditado que el subinspector del Área Regional de Recursos Operativos (Arro) Jordi Arasa cometió dos delitos de lesiones --por los que pide un año de prisión por cada uno-- además de tres faltas de lesiones, por las que reclama un total 1.700 euros en concepto de responsabilidad civil.
La fiscal ha resaltado los partes médicos que han aportado los manifestantes, y que estos han podido reconocer a Arasa tanto en la sala como en los vídeos del desalojo que se han mostrado durante el juicio.
También considera que debe aplicarse el eximente incompleto de cumplimiento del deber, lo que los abogados de los manifestantes demandantes han rechazado, ya que consideran que "no se respetaron de ninguna forma los protocolos" policiales.
Cinco demandantes han relatado durante el juicio que Arasa les golpeó con la porra durante el desalojo, causándoles lesiones en el glúteo, en la muñeca, en las piernas, en el labio, la espalda y la cabeza, y sus abogados han criticado que la actuación no se ajustó al criterio de golpear de lado y de cintura para abajo.
Las acusaciones han pedido la inhabilitación especial para ejercer como policía, ya que consideran que durante el desalojo hubo una "conculcación de derechos que se ha producido precisamente por el cargo que ocupa" Arasa como subinspector del Arro.
Por su parte, la defensa de Arasa ha alegado que desde la apertura de la causa en 2011 ha habido varios sobreseimientos parciales, y niega que las lesiones que han mostrado los demandantes las hiciera él: "Parece que la única persona que usara defensa fuera el señor Jordi Arasa, cuando todos los agentes de Brimo y Arro usaron defensa policial".
En su declaración, el acusado ha relatado que, tras intentar sin resultado sacar a los manifestantes uno a uno --de los que ha dicho que empujaron, escupieron e insultaron a los agentes--, propuso al jefe del operativo usar las porras para desalojarlos, y este dio la orden de hacerlo.
GOLPES HACIA ABAJO
"Es verdad que algunas veces que golpeamos a gente sentada en el suelo era imposible hacer el gesto de golpear de lado. Era de arriba abajo porque la gente estaba sentado en el suelo, no podía ser de lado", ha relatado Arasa sobre la actuación.
También ha negado estar en la zona de la plaza donde dos manifestantes han explicado que recibieron las lesiones, y ha dicho no reconocerse en todos los vídeos que se han expuesto --donde los agentes no muestran número de identificación-- excepto uno en el que sale de frente y con la visera del casco levantada.
Arasa, que era el máximo responsable del dispositivo en la plaza, ha explicado que es el responsable de avisar de posibles irregularidades siguiendo la cadena de mando y, al preguntársele si ese día informó de la actuación incorrecta de algún agente, ha contestado: "Aquel día no lo vi. Creo que todas las actuaciones fueron correctas".