El fiscal dice que el ambiente era pacífico y que la víctima no le había provocado
BARCELONA, 22 Mar. (EUROPA PRESS) -
La Fiscalía ha pedido tres años de cárcel para un agente de los antidisturbios de los Mossos d'Esquadra por golpear con la porra en la cabeza a un joven que la tarde del 27 de mayo de 2014 pasaba con su bicicleta por la plaza de Sants de Barcelona, durante una de las manifestaciones en contra del desalojo de Can Vies.
"Sin que existiera provocación alguna por parte del mismo --del joven--, le propinó un fuerte golpe con su defensa reglamentaria en la cabeza", concluye el fiscal en un escrito de acusación al que ha tenido acceso Europa Press, de cara al juicio que está previsto para el 21 de junio en la Audiencia de Barcelona.
Le acusa de un delito de lesiones por la que pide tres años de prisión y su inhabilitación para empleos o cargos públicos durante cuatro años, además de una indemnización de 58 euros como responsabilidad civil, a parte de lo que en juicio se determine por las secuelas.
Sucedió sobre las 20 horas, cuando varias unidades de los antidisturbios de los Mossos (Brimo) se desplazaron a la plaza de Sants --un total de 14 agentes-- para asegurar el orden público en la zona ante los altercados que se habían producido los días anteriores.
Pese a que el ambiente en la plaza era pacífico y "sin que existiera conato de violencia alguno", los agentes comenzaron a dispersar a la gente siguiendo órdenes de sus superiores, según el fiscal.
En este contexto, una agente pidió a la víctima, que circulaba en bicicleta, que abandonara el lugar pero, ante la negativa del joven, le golpeó con la defensa varios golpes disuasorios en las piernas.
Fue entonces cuando el acusado acudió a ayudar a su compañero y, "con intención de menoscabar la integridad física" del joven, le dio en la cabeza causándole una herida en la oreja que necesitó de puntos de sutura y le dejó una cicatriz poco visible.
LA ACUSACIÓN PIDE SEIS AÑOS
La acusación, que ejerce el centro por la defensa de los Derechos Humanos Irídia, pide para el agente seis años de cárcel, al contemplar además del delito de lesiones otro contra la integridad moral, y también reclama 10.000 euros como responsabilidad civil.
En su escrito de acusación, al que ha tenido acceso Europa Press, Irídia relata que la víctima estaba en la plaza porque iba a encontrarse con su pareja, quien estaba intentado acceder a ese lugar desde donde trabajaba, en la cercana Rambla de Badal.
Ella no pudo alcanzar la plaza porque llegaban furgonetas policiales y vio como un grupo de agentes cargó contra varias personas que no habían participado en la manifestación, siendo testigo de una agresión que sufrió por parte de los agentes un niño de 14 años y un hombre mayor.
"Atemorizada por la situación que allí se estaba viviendo, llamó a su pareja para que la fuera a buscar cuanto antes", sostiene la acusación, que explica que cuando el joven llegó con su bicicleta fue cuando se produjo la agresión.
En su declaración en sede judicial durante la instrucción del caso en noviembre de 2015, el mosso acusado reconoció haberle golpeado con la porra pero aseguró que su intención no era darle en la cabeza, versión que avaló su compañera como testigo.