El fundador de Sant'Egidio llama a España a abrir vías legales para migrantes de África

Riccardi desea un "camino de diálogo" en el marco europeo entre Catalunya y el Estado

BARCELONA, 15 Nov. (EUROPA PRESS) -

El fundador de la Comunidad de Sant'Egidio, Andrea Riccardi, ha apostado por abrir vías legales hacia Europa para los migrantes de África, siguiendo el ejemplo de los corredores humanitarios para refugiados de Oriente Medio que ha impulsado la entidad en Italia y a los que se ha sumado Francia, Bélgica y San Marino, y ha llamado a España a abrirse por ser el país más cercano al continente.

En el almuerzo-coloquio de Barcelona Tribuna, organizado por La Vanguardia, AED y la Societat Econòmica Barcelonesa d'Amics del País (Sebap), al ser preguntado por el hecho de que en el Estado no se han impulsado corredores mediterráneos, ha reflexionado sobre que es un problema de opiniones políticas, ya que ha visto voluntad en la sociedad y la Iglesia.

"España ha hecho mucho sobre la cuestión migratoria", ha reconocido, pero ha dicho que como extranjero y como europeo opina que podría ser algo más generosa, y que es consciente de que puede haber cierta sensación de invasión, pero que los muros no evitan las migraciones y es necesario hacer una política de apertura hacia África.

Ha mencionado la migración de la guerra de Siria --tan larga como la II Guerra Mundial-- y la de jóvenes del cuerno de África, y ha defendido los corredores humanitarios como vía para evitar las mafias de tráfico de personas, sobre las que ha dicho que se calcula que empiezan a ganar más dinero que las de drogas, además de atrocidades que sufren los refugiados en países como Libia, donde se venden en mercados de esclavos.

El historiador también ha lamentado los 25.000 migrantes muertos en el Mediterráneo desde 2015: "Creo que lo que ocurre tiene que replantear la política europea y de los países árabes" y los africanos, y sobre estos dos últimos ha dicho que también tienen responsabilidades.

Ha añadido que los corredores humanitarios no consisten solo en "dejar entrar" sino que es necesario trabajar también para la integración, y por su trabajo en Italia ha detectado que es clave la lengua, seguida de la enseñanza para los menores y el trabajo para los adultos.

En el turno de preguntas, ha explicado que le ha transmitido al cardenal arzobispo de Barcelona, Joan Josep Omella, que los italianos no son nacionalistas: "Solo en la mesa, cuando vemos otros pueblos que no comen tan bien", ha bromeado, y ha añadido que siente un gran orgullo por el trabajo de acogida que ha hecho su país en los últimos años.

"Tenemos que crear pronto una Europa más cohesionada", con políticas comunes exteriores, y ha criticado que cada país se tenga que hacer cargo de los migrantes que llegan a sus puertas, ya que por ejemplo nunca llegarán a Luxemburgo.

Después de ofrecer una conferencia, presentado por el director general de la Fundación Bancaria La Caixa, Jaume Giró, ha sido preguntado por si hay alguna posibilidad de que su comunidad pueda mediar entre Catalunya y el resto de España, a lo que ha respondido: "Creo que para hacer una mediación hace falta el interés de ambas partes, y me parece que no hay el interés de dos partes".

PETICIÓN DE LA GENERALITAT

Ha dicho que le ha llegado a través de medios de comunicación que había un interés de la Generalitat, pero que no se han dado las condiciones para una mediación, y ha recalcado que históricamente no han realizado mediaciones dentro de Europa, aunque sí que están presentes en Barcelona y Madrid en acciones sociales.

"Mi deseo es que se encuentre un camino de diálogo, en el que las diferentes aspiraciones encuentren un sitio en el marco europeo", sobre el que ha dicho que es imprescindible.

"No hablaré de Catalunya y España, pero creo que los europeos tenemos que mirar los grandes problemas del mundo", ha mantenido, en referencia al problema migratorio, y ha dicho que ama Catalunya, la visita siempre y ha seguido con preocupación la problemática, mientras que también le gustaría saber cuál es el secreto de Barcelona para haberse convertido en el mito que es actualmente en Italia, sobre todo para los jóvenes.