Calvet asegura que el cese de operaciones de la aerolínea fue "ejemplar"
BARCELONA, 10 Abr. (EUROPA PRESS) -
El secretario de Territorio en el primer Govern de Artur Mas y actual presidente de Cimalsa, Damià Calvet, ha sostenido que la "no respuesta" de la UE ante la denuncia presentada por aerolíneas 'low cost', entre ellas Vueling y Ryanair, para que se determinara si los 200 millones de recursos públicos podían considerarse ayudas de Estado echó para atrás a Qatar Airways a la hora de formalizar el contrato y convertirse oficialmente en el ansiado socio industrial de Spanair.
En la última sesión de la comisión de investigación de Spanair que se celebra en el Parlament para dirimir responsabilidades políticas, Calvet ha explicado este viernes que en enero de 2012 se mantuvo una reunión física en Bruselas con una delegación de la Comisión de la Competencia para abordar las ayudas de Estado, una reunión que ha calificado de "muy dura" y en la que no se obtuvo respuesta que sirviera para desvanecer las dudas de Qatar Airways sobre esta cuestión.
"Ante la no respuesta y la posibilidad de que el proceso se alargara, hubo un momento en que consideramos que el contexto no ofrecía suficiente certeza y fue cuando se ejecutó el cese de operaciones, que diría que fue ejemplar", ha afirmado Calvet en relación a la coordinación de todas las administraciones y empresas implicadas para minimizar su impacto.
Spanair cesó su actividad la noche del 27 de enero de 2012 dejando a miles de pasajeros sin volar y a una plantilla de 4.000 trabajadores sin empleo, algunos de los cuales pudieron ser recolocados en otras aerolíneas posteriormente.
La operación Spanair tenía su origen en el anterior gobierno tripartito, y cuando CiU ganó en noviembre de 2010 las elecciones catalanas con Artur Mas al frente decidió continuar el proyecto: "Consideramos que era un instrumento que añadía competitividad a la economía de Catalunya y ayudaba a las empresas catalanas y al país a posicionarse con más fortaleza ante el mundo. Era oportunísimo darle continuidad".
El Govern se había marcado el 31 de diciembre como "fecha mágica" para formalizar el acuerdo con Qatar Airways, por lo que se llegaron a definir inversiones, flota y rutas, pero la denuncia y la dificultad de hacer frente a todos los préstamos contraídos lastraron el proyecto, propiciando su quiebra.
RECODER: "HICIMOS TODO LO POSIBLE"
También ha comparecido este viernes el que fuera conseller de Territorio y Sostenibilidad en la primera legislatura de Mas, Lluís Recoder, que ha defendido el apoyo a la aerolínea: "Tanto el Tripartito como el gobierno del que formé parte intentamos ayudar a Spanair mientras existieron expectativas de viabilidad de la empresa".
Ha admitido que tanto el Govern de CiU como el del Tripartito sabían que la situación de Spanair era difícil, aunque decidieron apoyar el proyecto para mejorar la conectividad del Aeropuerto de El Prat: "Hicimos todo lo posible para que el proyecto continuara adelante. Fue por poco, pero al final no fue posible".
Según Recoder, tan irresponsable hubiera sido "dejar caer a la aerolínea" cuando CiU accedió a la Generalitat, como continuar ayudándola más allá del 27 de enero de 2012.
RICARD FONT: "CIRCUNSTANCIAS OBJETIVAS"
Por su parte, el exdirector general de Transportes y Movilidad y actual secretario de Infraestructuras y Movilidad del Govern, Ricard Font, se ha remitido a su comparecencia del 30 de enero, cuando intervino en el Parlament como actual presidente del Comité de Desarrollo de Rutas Aéreas (CDRA).
En la misma línea que entonces, Font ha defendido que existían "circunstancias objetivas" para apostar por que Spanair se convirtiera en la aerolínea de bandera del Aeropuerto de Barcelona y aportara mayor conectividad a la capital catalana.