BARCELONA 17 Nov. (EUROPA PRESS) -
Los inmigrantes que llegaron este miércoles dentro de un camión de transporte subcontratado de la empresa textil Mango al centro logístico de la compañía en Lliçà d'Amunt (Barcelona) han explicado ante los Mossos d'Esquadra que pagaron a un traficante entre 5.000 y 9.000 euros por el viaje.
Según han informado a Europa Press fuentes de la policía catalana, este mismo miércoles tomaron declaración en calidad de víctimas a los seis adultos que viajaban en el camión --cuatro hombres y una mujer de entre 20 y 49 años--, que explicaron que habían abonado estas cantidades a una persona en Turquía.
Los Mossos sospechan que los diez inmigrantes de origen kurdo --cuatro menores-- han sido víctimas de una mafia local turca que les ha obligado a pagar esta cantidad con la promesa de trasladarles a Europa.
Estas personas aseguran que llevaban varios días de viaje en el camión, y la policía ha constatado que esta versión es plausible ante los restos de comida y excrementos que había en el remolque y la debilidad y las condiciones higiénico sanitarias "lamentables" que presentaban.
Según explicó un portavoz de Mango, el remolque embarcó en el puerto de Izmir en Estambul y viajó en ferry hasta el puerto de Sète, desde donde recorrió por carretera 200 kilómetros hasta el centro logístico de Lliçà d'Amunt.
La compañía sospechaba que los inmigrantes eran polizones en el ferry que al llegar a Sète se colaron en el remolque, por lo que solo habían estado en el vehículo durante unas dos horas, a lo largo de los 200 kilómetros que separan Sète de Lliçà, una hipótesis que descarta la policía.
Los investigadores creen que los inmigrantes se colaron en el camión por una trampilla ya que los precintos no estaban rotos cuando el camión llegó a Lliçà.
Además, se tomó declaración al chofer del camión, de nacionalidad turca, en calidad de testigo, y quedó libre tras determinarse que no estaba implicado en el tráfico de estas personas.