Los 'cupaires' rechazan participar de su comparecencia en el Parlament
BARCELONA, 18 Jul. (EUORPA PRESS) -
El juez Baltasar Garzón se ha reunido este martes en el Parlament con diputados de la CUP y con detenidos en la denominada operación Garzón que se produjo justo antes de los juegos olímpicos de 1992 y en la que sufrieron torturas por parte de la Guardia Civil, según los detenidos.
El juez ha acudido al Parlament para comparecer en calidad de experto ante el grupo de trabajo de la cámara sobre los recién nacidos y niños desaparecidos durante el franquismo, y las diputadas Gabriela Serra y Mireia Boya le han recibido a la puerta de la sala donde se tenía que realizar la comparecencia.
Antes de que entrara, le han entregado una copia de las denuncias por torturas que hicieron los 17 detenidos, firmadas por el propio Garzón, que no fueron investigadas, lo que le valió al Estado una condena del Tribunal Europeo de Derechos Humanos (TEDH) de Estrasburgo.
Las 'cupaires' junto con cuatro de las víctimas de torturas --Ramón Piqué, Eduard pomar, Ramón López y Pep Musté-- han esperado a la salida de la sala para hablar con él, pero, según ha constatado Europa Press, la relatora del grupo de trabajo de JxSí, Magda Casamitjana, ha pedido a las diputadas y a sus invitados que no le esperaran a la puerta, frente a periodistas.
Casamitjana les ha explicado que es ella quien ha invitado al juez y que es "responsable" de lo que suceda durante su visita, y les ha transmitido una oferta de Garzón: entrar en la sala y mantener una reunión a puerta cerrada y lejos de los periodistas.
Los diputados y los afectados se han reunido unos minutos y han aceptado la oferta reuniéndose en la sala durante quince minutos, tras los que el juez ha abandonado el Parlament, sin mediar palabra.
Piqué y López han explicado que ha sido una conversación corta y educada en la que Garzón ha reconocido que "en aquellos años la práctica de las torturas existía y no se investigaba", que él trasladó sus declaraciones a los juzgados correspondientes y que la Fiscalía fue la que no lo investigó.
Han explicado que cuando los detenidos por la Guardia Civil testificaban ante Garzón en la Audiencia Nacional, las heridas de las torturas eran evidentes y, además, los detenidos le explicaban las torturas al juez.
"Él nos pedía que lo dijésemos al final de la declaración, lo que ha hecho que lo referente a las torturas quedara al final, justo sobre la firma de Garzón", han explicado.