La dibujan descentralizada en veguerías y que fomente la colaboración público-privada
BARCELONA, 5 Mar. (EUROPA PRESS) -
Las juventudes del PDeCAT, la JNC, quieren una República catalana como sistema político que configure un Estado de derecho, democrático y social con clara división de poderes, igualdad ante la ley y donde la soberanía nacional radique en el pueblo, y que se organice en un sistema parlamentario.
Así lo recogen en 'Azul sobre Blanco. Ideas para la Catalunya Estado', donde las juventudes nacionalistas reflexionan, a través de más de 200 páginas, sobre el modelo de sociedad que plantean para una Catalunya independiente.
"No somos capaces de ver ninguna razón sensata que nos aleje de la idea de República", sostienen en el documento, donde defienden también mantener el entramado institucional alrededor de la Generalitat: Parlament, Presidencia de la Generalitat y Govern de la Generalitat.
"República será Generalitat y Generalitat será República en la nueva Catalunya independiente", destaca la JNC, que apuestan por el parlamentarismo, pese a admitir que no es perfecto, frente a otros sistemas como el presidencialistas y el semipresidencialista.
Según las juventudes del PDeCAT, la Catalunya independiente debe estructurarse como un Estado unitario con descentralización política en las veguerías, donde las comarcas sean unidades de descentralización administrativa, y reservar un estatus de autonomía política para la Val d'Aran.
En relación a otras instituciones, quieren evitar las que degeneren "en espacios de retirada de expolíticos", controlar las 'puertas giratorias' y reforzar el Síndic de Greuges para que tenga vía directa de recurso a un futuro Tribunal Constitucional (TC), la Oficina Antifraude de Catalunya (Oac) y la Sindicatura de Cuentas, aumentado su capacidad de supervisión y control.
También abogan por que el futuro TC supere "la politización" del actual con un sistema de elección de sus miembros por tercios por parte del Parlament --con una mayoría de dos terceras partes--, por elección directa de los ciudadanos y por magistrados del poder judicial.
Además, apuestan por fomentar la colaboración público-privada en la gestión de servicios públicos, la limitación de mandatos y la lucha contra la corrupción para intentar erradicarla: "No será fácil, habrá que evitar caer en errores del pasado".
LEY ELECTORAL
Sobre el modelo electoral que desean, aseguran que debería salir del consenso de todos los partidos y ser lo suficientemente flexible para introducir cambios ante las posibles ineficiencias que aparezcan cuando la implementaran, y consideran que debe combinar la elección directa con un sistema de listas.
Otro de los aspectos que quieren introducir en un Estado catalán es la democracia participativa más allá del voto en las elecciones, por lo que creen que debería convertirse en "habitual" consultar a los ciudadanos sobre aspectos que generen una fuerte movilización social o que se quieran implementar sin que figuren en los programas electorales.
Tras apostar por el voto electrónico, también prevén ahondar en una reforma profunda de la administración pública que lleve a replantear los procesos de selección y adjudicación de contratos públicos a todos los niveles de la administración; a garantizar la independencia de los organismos de fiscalización y control; a asumir las relaciones entre el sector público y privado, y a promover un proceso de profesionalización del personal y altos cargos, entre otras cuestiones.