"El Estado Islámico no va a desaparecer. Es una ideología"
BARCELONA, 30 Oct. (EUROPA PRESS) -
La economista italiana Loretta Napoleoni relata en su libro 'Traficantes de personas' (Paidós) cómo el tráfico de refugiados se ha convertido en un negocio que reporta beneficios millonarios y que sirve para financiar al autodenominado Estado Islámico (Isis, en sus siglas en inglés): "Todo refugiado sirio que llega a Europa paga a Isis y otros grupos armados".
En una entrevista de Europa Press, la autora explica que el Isis cobra un impuesto por cada refugiado sirio que huye de la guerra y pasa por su territorio, y de hecho, las bandas que trafican con refugiados sirios usan principalmente el paso fronterizo controlado por ellos para entrar en Turquía.
Napoleoni calcula que cada refugiado que llega a Europa ha pagado a Estado Islámico (EI) y otros grupos armados una media de 5.000 euros para salir, en varias etapas de su ruta hacia Europa --Turquía y Grecia principalmente-- y a diferentes organizaciones.
Según relata en su libro, la ruta del Mediterráneo occidental, que va desde Siria hasta los Balcanes pasando por Turquía y Grecia, es la más transitada como vía de entrada a la Unión Europea (UE) y por ella se desplazaron en 2015 un total de 1,5 millones de personas, la mayoría sirias.
En el verano de 2015, la tasa por mercancía humana que se cobra previamente a la entrada en Turquía reportó al EI del orden de medio millón de dólares diarios, más de lo recaudado por el tributo sobre el petróleo de contrabando.
Napoleoni relata en 'Traficantes de personas' cómo ha ido evolucionando el negocio que alimenta a grupos armados yihadistas como Al Qaeda, Al Qaeda del Magreb Islámico (AQMI) y más recientemente a Isis, desde el tráfico de cocaína desde Sudamérica a África en la década del 2000, al secuestro de turistas y cooperantes usando la misma infraestructura de rutas algunos años después.
El negocio de los rehenes "fue un negocio muy rentable pero de corto plazo, porque en el momento en que los occidentales dejaron de viajar a estas zonas peligrosas se acabó el negocio. Ahora todo el mundo sabe que no se puede ir a Siria, a Libia y a Mauritania", por lo que se ha vuelto mucho más rentable el tráfico de personas.
Así, según relata la autora en su libro, en 2015, cuando estalló la crisis migratoria de Oriente Próximo, "los secuestradores y contrabandistas se apresuraron a convertirse en traficantes de mercancía humana" porque contaban con una estructura organizativa sofisticada y el dinero suficiente, logrando ese verano ingresos netos de 100 millones de dólares mensuales.
Sobre la batalla de Mosul contra EI, Napoleoni cree que la ciudad caerá en manos de las fuerzas de la coalición, dejando una nueva oleada de refugiados, pero es muy clara: "El Estado Islámico no va a desaparecer, es una ideología, es muy difícil que desaparezca".
Además, no será tan fácil poder atacar Raqqa (el principal feudo de EI) porque necesitarán tropas terrestres y los rusos no lo van a aceptar la presencia de los kurdos, ha valorado.
MUERTES EN EL MEDITERRÁNEO
La economista considera que la Unión Europea es "hipócrita" respecto a la acogida de los refugiados y las muertes en el mar Mediterráneo, y lamenta que no haya una política común de todos los estados miembros en esta cuestión.
"El problema es que Europa no tiene una política exterior común sobre los refugiados. ¿Cómo afrontar una crisis si no tenemos una política común?", ha reflexionado.
"La solución pasa por un acuerdo con --el presidente ruso-- Vladimir Putin para resolver la crisis en Oriente Medio, pero Polonia nunca lo va a permitir porque la agenda de Polonia es oponerse al 100% a Rusia siempre", ha zanjado.