Quiere mostrar el horror de los crímenes y la "complejidad" del personaje
BARCELONA, 12 Mar. (EUROPA PRESS) -
El escritor y periodista irlandés Mark O'Connell ha publicado el libro de no ficción 'Un rastre de violncia' (Comanegra), una "exploración literaria" de dos asesinatos cometidos en el Dublín de los 80 a través de una investigación que también cuenta con entrevistas con el autor, Malcolm Macarthur, tras salir de prisión.
En un encuentro telemático con medios este martes, O'Connell ha explicado que se trata de un caso muy conocido en Dublín, sobre todo entre aquellos mayores de 50 años, y ha explicado que quería "rascar" en la imagen de persona intelectual, educada, elegante y aristócrata que mostraba el culpable.
Macarthur, tras dejar a su familia en Tenerife en unas vacaciones, viajó a Dublín para cometer un atraco a mano armada tras gastarse la herencia heredada y no poder mantener su tren de vida, pero en su plan para conseguir un arma y un coche para huir, asesinó a una enfermera y un agricultor, siendo días después detenido en una casa, que era propiedad del fiscal general del Estado, quien era su amigo.
El escritor ha asegurado que ha tratado que 'Un rastre de violncia', cuya primera traducción ha sido la catalana, seguir la senda de 'El adversarsio', de Emmanuel Carrre, para mostrar de la mano el horror de los asesinatos y la vertiente humana y "complejidades" del personaje.
O'Connell ha asegurado que se sintió entusiasmado cuando Malcolm Macarthur accedió a hablar con él y contarle su versión de los hechos, pero que rápidamente se dio cuenta que su forma de explicarlos era "creativa" y debía descubrir la verdad entre lo que le explicaba.
Ha remarcado que no ha querido hacer un diagnóstico psicológico de Macarthur sino una "exploración literaria" sin implicaciones médicas, y ha explicado que sobre este caso se habían hecho documentales y había inspirado a un personaje de John Banville, pero que no se había hecho un trabajo de no ficción.
El autor ha admitido que el libro destila "malestar moral" porque las familias de las víctimas están vivas y, aunque han pasado 40 años, su publicación era consciente de que causaría dolor y removería al volver a reactivar el interés por la figura de Macarthur.
O'Connell ha remarcado que, antes de publicarse el libro, no sabía cómo sería acogida, pero ha considerado que "moralmente" cree que tomó las decisiones correcta y que existe una seriedad ética que intenta plasmar en la obra.
El libro recorre, además de los hechos delictivos, la infancia de Macarthur, la relación con sus padres y su insistencia en que los asesinatos no lo definen, una cuestión la de su familia que no ha gustado que se revele.
ARREPENTIMIENTO
Preguntado por si cree que Macarthur se arrepiente, O'Connell cree que sí, aunque no es capaz de entender "la magnitud moral de lo que hizo" e intenta minimizarlo y distanciarse hablando de ello con términos médicos.
El autor ha remarcado que no le interesa mucho el género 'true crime', pero que a través de la historia de Macarthur y los asesinatos que cometió podía también hablar de Irlanda, tanto la de los años 80 como la de la actualidad.
O'Connell ha dicho que Macarthur ha leído el libro y que "no está contento" por cómo lo retrata y la manera que plasma su infancia, aportando otros testimonios más allá del suyo, pero que al mismo tiempo piensa que ha aumentado su narcisismo al volverse a hablar de él.