Las publicaciones pretendían "buscar la alegría y la vitalidad en el infierno"
BARCELONA, 21 May. (EUROPA PRESS) -
La escritora Marta Sanz reúne en el libro 'Parte de mí' (Anagrama) los textos que publicó en Instagram durante el confinamiento por el coronavirus en forma de diario de pandemia.
En rueda de prensa este viernes, Sanz ha explicado que el libro está escrito en un "presente detenido", pero propone conservar la confianza en un futuro mejor a la vez que revisita el pasado.
Así, cada entrada va acompañada de una imagen que muestra, entre otras cosas, sus libros de biblioteca, viejas fotografías familiares, el sol de su balcón durante el encierro o postales de la bailarina Cyd Charisse y las actrices Vivien Leigh y Catherine Deneuve.
La primera entrada es de un mes después de que se decretase el confinamiento, el 17 de abril, y la última es del 31 de diciembre, y los textos "van ganando volumen y dando entrada a la reflexión" progresivamente.
Según la editora, Silvia Sesé, el libro sirve para que cada uno recuerde sus propios días de confinamiento: "Es un diario de pandemia que recoge todos los diarios de pandemia".
INSTAGRAM
Sanz no tenía redes sociales antes de la pandemia y era reticente a usarlas, pero decidió abrirse una cuenta de Instagram durante el confinamiento para tener un punto de contacto humano, para poner orden a su pensamiento y a sus emociones, y para "buscar la alegría y la vitalidad en el infierno".
A su juicio, la brevedad de las primeras entradas refleja su miedo al medio que estaba empleando por primera vez, pero poco a poco se fue soltando: "El medio me terminó por canibalizar, pero yo también a él".
Sanz ha dicho que ella intenta no ser nunca igual a sí misma, que le gusta buscar distintas formas de explicar el mundo, y que desde este punto de vista Instagram fue una "mina", porque le permitía trabajar con la palabra y la imagen y con todas las combinaciones que eso permite.
UNA 'INFLUENCER' MARXISTA
Según Sanz, el libro está escrito desde la cordialidad y la necesidad de encontrar un espacio amigable y tender hilos hacia fuera en un momento "de soledad y ensimismamiento radicalizados".
Sin embargo, ha remarcado que en ningún momento ha intentado estilizar o hermosear los cosas crudas que estaban pasando, y considera que en algunos momentos parece "una 'influencer' marxista".
Así, las entradas combinan momentos de vitalidad y alegría pero sin la parte acrítica propia de esta red social "de convertir el mundo en fotogénico cuando no lo es".
Sanz ha celebrado "la vuelta a lo analógico" que supone ahora la publicación del libro, que ha descrito como el más bonito que Anagrama ha editado nunca.