En sus mil páginas hay novela, ensayo, poesía y teatro, en una "confusión de géneros"
BARCELONA, 29 May. (EUROPA PRESS) -
El escritor argentino Martín Caparrós ha relanzado su "desafío a la literatura" con la obra 'La Historia' (Anagrama) --publicada en 1999 en Argentina--, una obra de mil páginas que alberga novela, ensayo, poesía y teatro, en una confusión de géneros con la que el autor trata de explicar una civilización perdida.
"Me interesan los textos cuyo género está en cuestión y puede haber definiciones distintas e incluso encontradas", ha dicho el autor en rueda de prensa este lunes, donde ha explicado que ésta es la obra que más le importa de toda su producción, ya que el resto son variaciones sobre el mismo tema.
La novela se publicó inicialmente con una edición de pocos ejemplares, y en sus páginas un ignoto historiador argentino descubre en una biblioteca francesa un misterioso libro que puede contener el mito fundacional de su país, así que decide dedicar su vida a estudiar este texto, que relata una civilización apenas conocida cuya influencia puede rastrearse en el pensamiento de la Ilustración y en las revoluciones modernas.
Con cinco capítulos entre las mil páginas, la historia central se desgrana en páginas de notas --hasta un centenar de páginas -- "que en muchos casos son casi libros enteros de todo tipo", como de cuestiones sobre la civilización, como sus costumbres sexuales, su gastronomía, sus ritos mortuorios, su comercio, formas de guerra y su literatura.
Por ello, en sus páginas de ficción también hay ensayos, poemas, refraneros, recetas de cocina y biografías, entre muchos otros géneros: "Escribí esto para no tener que elegir nada, sino para hacer lo que quisiera".
"En algunos momentos me daba miedo su proliferación incontenible y el sistema canceroso", ha dicho el escritor, que ha bromeado con que esta novela es un modesto intento de resumir un mundo en sólo mil páginas.
Ha descrito que esta novela es como un yacimiento arqueológico en el que se encuentran espadas y ánforas, y que no necesariamente se tiene que leer de principio a fin, sino que puede leerse, por ejemplo, una pieza de teatro de esta civilización o algún fragmento como una novela policíaca: "Es un libro para ser explorado".
UN NUEVO IDIOMA
Caparrós ha dicho que en sus páginas "lo que parece falaz es histórico y lo que parece histórico es falaz", pero ha avisado de que lo más duro fue inventar un mundo y sobre todo un idioma, ya que quiso alumbrar un castellano muy peculiar que pareciera de todas partes y de ninguna y que le resultara extraño a cualquier hispanohablante.
Además del idioma, la novela versa sobre grandes temas como la culpa, el pecado --por la ausencia de Dios--, el sexo, las relaciones de pareja, las diferentes formas del tiempo y también la revolución, ha desgranado Caparrós.
El escritor ha destacado que las novelas permiten poner orden en el caos en el que uno vive, ya que cuando uno escribe una novela algunas cosas encuentran su lugar en ese cosmos: "Durante un tiempo tienes una sensación de relativo orden".
Ha relatado que la escritura de este libro ha sido "un festival" en el que se ha comportado como un chico muy malcriado durante mucho tiempo, escribiendo lo que le ha apetecido en cada momento.
"LOCURA QUIJOTESCA"
La editora Sílvia Sesé ha considerado que esta crónica de una civilización perdida es una "locura quijotesca", que, sin embargo, está relacionada con el mundo Occidental.
Sesé ha explicado que Anagrama ha recuperado esta novela muy difícil de encontrar de la que se hicieron dos ediciones, y que ha creado una corriente de culto de buscadores de la historia: "Será un libro que se sostendrá en el tiempo", ha pronosticado.