"Si el Nobel de la Paz se diera a los países, podríamos ser candidatos"
BARCELONA, 3 (EUROPA PRESS)
El presidente de la Generalitat y líder del PDeCAT, Artur Mas, ha asegurado este viernes que está "hiperconvencido" de que no cometió ningún delito organizando la consulta soberanista del 9N, pero ha asegurado que contempla que le inhabiliten tras el juicio que empieza el lunes.
"Si no me inhabilitan sería una sorpresa y ya me gustaría tener esta sorpresa, pero no tengo la botella de cava preparada", ha expuesto en declaraciones a Catalunya Ràdio recogidas por Europa Press, donde ha asegurado que en el juicio no pondrá fácil una sentencia de inhabilitación.
En una entrevista conjunta con las exconselleras Joana Ortega e Irene Rigau, que también serán juzgadas este lunes, no han querido revelar muchos detalles de como encaran el juicio porque consideran que deben reservar sus cartas hasta la semana que viene.
Sin embargo, Mas sí ha reivindicado que lo que demuestra que nada fue ilegal es que la consulta se celebró sin que la justicia dictara aquel noviembre de 2014 medidas contra ella: "Si esto era una delito --la consulta--, ¿Cómo es que no se trató de evitar?".
También ha asegurado que en ningún momento quiso desobedecer al Tribunal Constitucional, recordando que cambió el formato de consulta por el de proceso participativo cuando llegó el fallo en contra del Alto Tribunal, y se ha declarado responsable político de la votación.
La vicepresidenta Ortega ha dicho que en el lunes no se les juzga solo a ellos sino a toda "el alma" que hizo posible el 9N, mientras que Rigau ha expuesto que si en la consulta hubieran participado 13.000 persones y no más de dos millones, no habría en marcha un juicio.
'OPERACIÓN PRECINTO'
Ante el hecho de que el Gobierno central plantee medidas coercitivas para frenar el referéndum que la Generalitat tiene previsto para septiembre de 2017, Mas ha avisado de que la gente reaccionará si esto ocurre: "No se encontrarán a un país --Catalunya-- arrodillado".
Ha insistido en expresar su apoyo al referéndum anunciado por el presidente catalán, Carles Puigdemont, para septiembre de este año, y ha admitido que el camino a la independencia supone situar al límite al legalidad: "Haciendo el buen chico no forzaremos un cambio del estatu quo".
Pese a este advertencia, se ha mostrado convencido de que cualquier reacción será cívica y ha reivindicado que el movimiento soberanista siempre ha mostrado un carácter pacífico: "Si el Nobel de la Paz se diera a los países, podríamos ser candidatos --Catalunya--".