BARCELONA 7 Jul. (EUROPA PRESS) -
La mayoría independentista de la Mesa del Parlament ha acordado este jueves "asumir toda la responsabilidad de la redacción y publicación" del acta del pleno que recoge el voto del exconseller y diputado de Junts Lluís Puig, que reside en Bélgica, pese a que el Tribunal Constitucional (TC) haya anulado su delegación de voto acordada por la Mesa en marzo del año pasado.
Fuentes parlamentarias han explicado que el acta del pleno de esta semana recoge la delegación del voto de Puig y la contabilización del mismo, y han concretado que estas actas normalmente las firma la presidenta del Parlament, Laura Borrs, y un secretario de la Mesa.
Esta decisión tiene por objetivo que el voto de Puig conste oficialmente en el diario de sesiones y en el acta del pleno, pero sin que ningún funcionario sea responsable de la publicación de estos textos oficiales.
"Asumimos la responsabilidad sobre el acta y su publicación", han subrayado las mismas fuentes, que han concretado que las actas de los plenos se basan en la transcripción corregida de todo lo que se dice en el hemiciclo y tardan unos días después del pleno en publicarse y firmarse.
ACUERDO DE DELEGACIÓN DE VOTO
La decisión de este jueves se suma a la adoptada el martes y sustanciada en el pleno del miércoles cuando la presidenta de la Cámara, Laura Borrs, contabilizó verbalmente el voto de Puig, aunque no se registró electrónicamente.
Este mecanismo y la exclusión de su voto de la pantalla se realizó también con la intención de que ningún funcionario fuera responsable de comunicar la delegación de voto de Puig, y en virtud del acuerdo de la mayoría independentista de la Mesa de mantenerle el voto asumiendo la responsabilidad.
ACTA Y DIARIO DE SESIONES
El acta de la sesión del pleno --que deben firmar Borrs y un secretario de la Mesa-- contiene una relación de las personas que han intervenido y de los acuerdos adoptados, así como el sentido del voto de cada grupo parlamentario y de los diputados que votan en un sentido distinto, según el artículo 82 del Reglamento del Parlament, que no entra a especificar el caso de las delegaciones de voto.
Por su parte, el diario de sesiones reproduce la literalidad de los acuerdos adoptados y de las intervenciones durante las sesiones públicas, por lo que recogerá la contabilización de votos que ha verbalizado Borrs --que sí incluye el de Puig--, y no la electrónica, en la que no figura.
Otras fuentes de la Mesa han asegurado que los letrados del Parlament les han avisado de que el hecho de contabilizar el voto de Puig al margen de los mecanismos habituales del Parlament podría conllevar un delito de usurpación de funciones y desobediencia, que puede conllevar pena de prisión.