BARCELONA 5 Jul. (EUROPA PRESS) -
Los expertos del Museu Nacional d'Art de Catalunya (MNAC) han atribuido la pintura 'La conversión de San Pablo' al pintor Juan Bautista Maíno (1581-1649), uno de los introductores en España de la cultura figurativa de Caravaggio.
La tela ingresó en el antiguo Museo de Arte de Catalunya tras ser adquirida en 1952 y estaba atribuida al pintor valenciano José Vergara (1736-1799) y más tarde acabó decorando un despacho del Ayuntamiento de Barcelona.
Allí, en 1985 sufrió un incendio que la dañó gravemente; surgieron ampollas y cráteres en la tela y adquirió una capa oscura que hacía difícil apreciar su calidad.
Sin embargo, en 1996, el jefe de gabinete de Barroco del museo, Francesc Quílez, la descubrió de casualidad en un traslado y enseguida tuvo la "intuición" de que era obra de Maíno, ha confesado este jueves en rueda de prensa.
A su favor estaban las evidentes similitudes estilísticas, compositivas y figurativas entre esta obra y el Retablo Mayor de las Cuatro Pascuas (1612-1614), pintado para la iglesia de San Pedro Mártir de Toledo y ahora en el Museo del Prado, considerada una de las producciones más relevantes de la pintura española del siglo XVIII.
Este parecido se vio reforzado cuando en 2009 el museo madrileño organizó una gran retrospectiva sobre Maíno en la que se incluyó un boceto --entonces se pensó que era una obra pequeña, sin más-- que en realidad era un ensayo para 'La conversión de San Pablo'.
Fue entonces cuando los expertos del MNAC decidieron que era absolutamente necesario restaurar la pintura, que tras los últimos seis meses de exhaustivo trabajo ha recuperado su vivos colores, muy alejados del 'tenebrismo' del estilo de Caravaggio, lo que confirma, según Quílez, que Maíno tenía muchos registros.
Sin embargo, la influencia del pintor italiano es especialmente visible en el modelado del cabello de los ángeles y en el aspecto severo y realista del rostro de Jesús, muy similar a la tela de 'La Trinidad' (1612-1620)', perteneciente al retablo que Maíno realizó para el convento de Nuestra Señora de la Concepción de Pastrana, su villa natal.
La radiografía del cuadro que se hizo antes de la restauración también ha desvelado los 'arrepentimientos' del artista al pintar, lo que también corrobora que no es una copia.
UN FINAL FELIZ PARA MAÍNO
El director del museo, Pepe Serra, se ha mostrado satisfecho por el "final feliz" del cuadro, que ha superado todo tipo de contratiempos, y ha agradecido el compromiso de BNP Paribas y su Fundación, que ha aportado los 30.000 euros necesarios.
Este nuevo hallazgo es muy importante porque sólo se conservan 44 obras de Maíno --la mayoría en el Prado--, aunque el MNAC también alberga el 'Retrato de Fray Alonso de Santo Tomás' (1648-1649), una de las últimas producciones del pintor dominico.
El cuadro se expone desde este jueves y hasta finales de septiembre en una sala propia, junto a la pintura preparatoria, una reproducción de la radiografía y un vídeo que explica el proceso de restauración de la tela, y en otoño se incluirá de forma definitiva con la colección.