BARCELONA 21 Ago. (EUROPA PRESS) -
El mayor de los Mossos d'Esquadra, Josep Lluís Trapero, ha asegurado que, cuando los servicios de emergencias y la policía llegaron a la casa de Alcanar (Tarragona) donde hubo una explosión el miércoles por la noche, no encontraron indicios de que se fabricaran bombas ni preparan un atentado: "Cuando accedieron, hicieron lo que tenían que hacer, que es proteger a las personas y atender a los malheridos".
En rueda de prensa este lunes junto a los consellers de Interior, Joaquim Forn, y de Justicia, Carles Mundó, ha explicado que "no se encontraron 120 bombonas de butano cuando accedieron los agentes policiales", sino que fueron apareciendo a medida que se removían los escombros.
Así, las primeras investigaciones se centraron en la posibilidad de que fuera un centro de manipulación o creación de drogas, y "aquella noche se ve algún tipo de componente que también se utiliza en los laboratorios de tráfico de droga" como acetona.
Trapero ha dicho que a la policía catalana no le constaba ninguna denuncia de que se estuvieran acumulado tantas bombonas: "Nadie dio ningún tipo de aviso oficial".
Ha pedido no criminalizar a los vecinos por no haber avisado de actividades sospechosas en la casa, porque no debían de verlo, y ha tachado de "juego sucio" que, con las conclusiones que se tienen ahora, se critique el dispositivo policial y la acción de los vecinos.