Tendrán un coste aproximado de 300 millones de euros y los trabajos se alargarán durante 38 meses
MONTCADA I REIXAC (BARCELONA), 18 (EUROPA PRESS)
Las obras para soterrar la línea ferroviaria R2 a su paso por Montcada i Reixac empezarán el primer trimestre de 2020, tal como ha anunciado este jueves la alcaldesa de la localidad, Laura Campos, después de la reunión político-técnica celebrada con el Ministerio de Fomento, Adif, la Generalitat y el Ayuntamiento de Barcelona.
El ministro de Fomento, Íñigo de la Serna, ha detallado que la obra tendrá un coste aproximado de unos 300 millones de euros y que está previsto que los trabajos se alarguen durante 38 meses, aunque ha especificado que el primer paso será elaborar dos estudios informativos con la declaración de impacto medioambiental pertinente y luego se redactará el proyecto constructivo, con el fin de licitar las obras a finales de 2019.
El proyecto soterrará por completo el municipio --tres kilómetros--, que irán desde el punto verde de Vallbona (Barcelona) y hasta la salida de la C-33 de Montcada, en el municipio vecino de La Llagosta, además, tal como ha apuntado el conseller de Territorio y Sostenibilidad, Josep Rull, se añadirá la propuesta de la Generalitat de una tercera vía que dará "más seguridad y efectividad" a Rodalies.
El objetivo de esta medida, también será minimizar las afectaciones, en el caso que se produzcan, y la idea es que la tercera vía conecte con la estación de Sant Andreu Comtal (Barcelona).
CONVENIO DE 2007
Campos ha avisado de que "Moncada seguirá muy de cerca todos y cada uno de los movimientos" con el objetivo de que el soterramiento sea una realidad, recordando que en 2007 se celebró un acto parecido, por eso Rull ha pedido que no haya demora entre la promesa y la ejecución.
En este sentido, se ha decidido que haya una comisión de seguimiento que trimestralmente se citará para evaluar la evolución de las tareas y el titular de Fomento ha apelado a esta órgano como garantía: "Si no me sacarán los colores.
Campos ha dicho que ahora "viene mucho trabajo" y que se debe conservar la unión después de tres décadas de reivindicaciones y ha rememorado las 169 víctimas que han perdido la vida en las vías del tren que hay en la población.
La primera edil ha afirmado que se ha acabado "la alta servidumbre a Barcelona y a la región metropolitana" y espera que el soterramiento traiga profundos cambios sociales y urbanísticos, debido a que permitirá unir las diferentes partes de la localidad separadas por las vías del tren.