BARCELONA 20 Dic. (EUROPA PRESS) -
La oposición del Ayuntamiento de Barcelona --formada por BComú, Junts, ERC, PP y Vox-- ha instado al gobierno del alcalde Jaume Collboni a impulsar una auditoría en tres meses sobre el estado del patrimonio histórico en la ciudad, a raíz de la proposición de Junts presentada en el pleno de diciembre, que ha contado con el apoyo de todos los grupos, salvo la abstención del ejecutivo (PSC).
El líder de Junts en el consistorio, Jordi Martí, ha denunciado el deterioro y pérdida de parte del patrimonio histórico y arquitectónico de la capital catalana, y ha señalado la necesidad de llevar a cabo una radiografía previa a las actuaciones pertinentes que, según él, se tienen que afrontar.
"Sin este pasado la ciudad no tendrá futuro", ha subrayado Martí, que ha añadido que el patrimonio también se trata de una fuente de ingresos, tanto públicos como privados, especialmente con la generación de empleo, según él.
Desde el gobierno municipal la primera teniente de alcaldía, Laia Bonet, ha justificado su voto en que los términos de la propuesta de Junts "no son realistas", ya que según ella es imposible cumplir el plazo de tres meses para la contratación de la auditoría o los dos años que plantean para la adquisición por parte del consistorio de diversos edificios.
No obstante, Bonet ha anunciado que a partir de enero el Ayuntamiento comenzará a trabajar en este análisis para conocer el estado de los elementos patrimoniales, así como la creación de un ente consultivo técnico sobre patrimonio que será "clave" para definir cómo se tiene que llevar a cabo esta protección.