También servirá para evaluar la implantación del futuro mercado de 'créditos climáticos'
BARCELONA, 12 Feb. (EUROPA PRESS) -
El Parc Natural de la Serra de Collserola (Barcelona) es uno de los cinco escenarios del territorio catalán donde se llevará a cabo una prueba piloto centrada en la prevención de incendios forestales, según ha explicado el rea Metropolitana de Barcelona (AMB) en un comunicado.
El piloto se enmarca en el proyecto LIFE CLIMARK, que desde 2017 y coordinado por el Centre de la Propietat Forestal (CPF) de la Generalitat, promueve una gestión forestal para la adaptación y la mitigación del cambio climático.
Las actuaciones integrarán la conservación de la biodiversidad, potenciarán las sinergias con el sector primario y pondrán en valor el impacto positivo que la gestión forestal puede tener sobre los recursos hídricos.
Las intervenciones en Collserola se realizarán en cinco fincas: dos de titularidad pública --Can Montmany y Can Ferriol-- y tres de titularidad privada --Can Cussó, Can Ferrer y Bosc Gran de Can Major--.
Las primeras actuaciones se harán este febrero en 14 hectáreas distribuidas entre las fincas de Can Montmany y Can Ferrer e incluyen la eliminación de arbolado para disminuir la biomasa y la selección de
especies de flora para mejorar la biodiversidad de la zona, entre otros trabajos.
Se calcula que la actuación evitará la emisión de más de 7.000 toneladas de CO2 en la atmósfera durante los próximos 15 años y también implicará una reducción del consumo de agua por parte del arbolado.
Las actuaciones las llevarán a cabo la Cooperativa Forest4 y la empresa Boscat-Fusta, de la Federació Catalana d'Associacions de Propietaris Forestals, y también se harán acciones de sensibilización.
'CRÉDITOS CLIMÁTICOS'
El piloto también servirá para evaluar cada una de las fases de implantación del futuro mercado de 'créditos climáticos', de cara a su eventual puesta en marcha a finales del 2022, puesto que el programa entrará en los circuitos de la financiación ambiental mediante estos créditos.
Los 'créditos climáticos' van más allá de los habituales créditos de carbono, puesto que no solo permiten que las personas y empresas que quieran compensen voluntariamente las emisiones de CO2 que generan con su actividad, sino que también incluyen el impacto de la gestión sobre el balance del agua y la biodiversidad.