La oposición ve necesaria la ley pese a que Cs y PP discrepan de algunos preceptos
BARCELONA, 18 Dic. (EUROPA PRESS) -
El Parlament ha aprobado este viernes por unanimidad el proyecto de ley del Govern por la igualdad de trato y la no discriminación por razón de religión, discapacidad, edad, origen racial y étnico, sexo y orientación sexual.
El conseller de Trabajo, Asuntos Sociales y Familias, Chakir el Homrani, presentó el jueves los ejes de esta ley en el pleno del Parlament, y se mostró orgulloso de haber tirado adelante un texto que promovió la exconsellera Dolors Bassa, encarcelada por el 1-O.
Para El Homrani, se trata de una ley "necesaria y obligatoria, y ahora más que nunca porque hay una sociedad diversa, ya sea por origen, orientación sexual, identidad de género, capacidad, edad, creencias y gustos", tras dejar claro que es una característica estructural de la sociedad catalana y no un fenómeno pasajero.
"No podemos aspirar a construir una sociedad cohesionada mientras sus ciudadanos no puedan expresarse en libertad y no sienta la plena ampara de las instituciones a la hora de defender sus derechos", sostuvo.
Así, explicó que la ley prevé proteger a las víctimas, pero por encima se quiere reparar el daño que han sufrido, más allá de las indemnizaciones económicas, con medidas como la mediación y la formación y el trabajo.
"Es una ley de país", defendió el conseller, que presentó la defensa de la igualdad y la no discriminación como uno de los grandes retos que debe afrontar la sociedad catalana.
La diputada de ERC Najat Driouech afirmó que "se hará historia" con esta ley, al asegurar que es pionera y que será un referente, y lamentó que se haya tardado tanto en aprobarse después de que decayera en la anterior legislatura por la aplicación del artículo 155 de la Constitución en Catalunya.
PRECIPITACIÓN Y DÉFICITS
Desde Cs, la diputada Blanca Victoria Navarro no compartió que se haya dado un paso adelante en igualdad y no discriminación con este texto porque, "pese a tener una apariencia fabulosa, tiene déficits que impedirán su finalidad", en ámbitos como la lengua, y consideró que se ha querido aprobar con prisa y, en consecuencia, con un desarrollo legislativo precipitado.
La diputada del PSC-Units Marta Moreta lamentó que se haya tardado "cinco años en aprobarse una ley necesaria e imprescindible" desde que prosperó la Ley del colectivo LGTBI --en octubre de 2014--, por lo que afirmó que no ha sido una prioridad para el Govern, además de opinar que tiene carencias.
En la misma línea se pronunció la diputada de los comuns Susanna Segovia, que consideró que "es una ley necesaria pero va con mucho retraso" y que, en su opinión, no ha contado con el suficiente acompañamiento por parte del Govern, y la situó como un punto de partida para la no discriminación.
Desde la CUP, Natlia Snchez pidió al Govern no cometer el error de apropiarse de una ley que, en su opinión, viene de lejos, se aprueba tarde y es insuficiente, y más teniendo en cuenta que la Constitución "niega derechos y no potencia la igualdad, y esto tiene consecuencias en forma de violencia".
Manuel Reyes (PP) coincidió con el resto de grupos en que la ley llega de forma precipitada al pleno del Parlament, y tras defender que "la igualdad real es poner el dinero en las prioridades de las personas, no en crear nuevas estructuras, mal llamadas de estado, o en embajadas de fantasía", argumentó su apoyo sólo a las propuestas que combatan la discriminación y apuesten por la igualdad.
Desde JxCat, Saloua Laouaji aseguró que es una ley "necesaria ante los centenares de casos diarios de discriminación que se producen, ante la amenaza de la extrema derecha y ante la presencia de políticos que banalizan el nazismo", además de destacar que muchas casos son invisibles porque tienen lugar en el ámbito privado y familiar.