El Consell per a la Transició Nacional contempla cuatro vías por si el Estado veta el referéndum
BARCELONA, 16 Sep. (EUROPA PRESS) -
El presidente del Consell Assesor per a la Transició Nacional (CATN), Carles Viver i Pi-Sunyer, ha advertido este lunes al Govern de que la carta del presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, es "suficientemente ambigua" como para que la comunidad internacional no la entienda como un 'no' definitivo a la consulta.
"Es suficientemente ambigua como para que nos digan que lo intentemos otra vez", ha avisado durante su intervención ante la comisión sobre el 'derecho a decidir' del Parlament, en la que ha desgranado el primer informe realizado por el CATN sobre las vías posibles para llevar a cabo la consulta y las alternativas ante un posible veto del Estado.
El exmagistrado del Tribunal Constitucional (TC) ha considerado que Rajoy "escurre el bulto" y no hace referencia a la consulta, aunque, a su juicio, es lo bastante hábil como para que la comunidad internacional no entienda que cierra la puerta al diálogo.
Pi-Sunyer ha remarcado la importancia de que ante este proceso Catalunya se cargue de legitimidad a ojos de la comunidad internacional, por lo que ha insistido en que si el Estado se opone al 'derecho a decidir' "debe quedar claro que es por motivos políticos y no jurídicos".
Por ello, ha apostado por desarrollar varias de las vías previstas para celebrar la consulta sin agotarlas todas: la ley catalana de consultas refrendarias vigente, la ley de consultas no refrendarias que está elaborando el Parlament, los artículos 92 o 150.2 de la Constitución o una reforma de la Carta Magna.
REPERCUSIÓN INTERNACIONAL
El presidente del CATN ha reconocido que una consulta legal y acordada tiene "más fuerza persuasiva a nivel internacional que una consulta ilegal", por lo que ha remarcado que si el acuerdo no es posible debe evidenciarse que el rechazo del Estado parte de motivos políticos y no jurídicos.
Precisamente el orden en que se deben intentar estas vías ha abierto el primer debate de la comisión --este lunes era la primera comparecencia-- ya que mientras el CATN aboga por comenzar por los mecanismos que dependen de la Generalitat, Oriol Pujol (CiU) y Marta Rovira (ERC) han apostado por recurrir primero a las que requieren autorización directa del Estado.
Pi-Sunyer ha instado a evitar que "el proceso se alargue artificiosamente", y ha planteado que la primera tentativa de llevar a cabo la consulta se realice en 2014, en una fecha que podría situarse en septiembre, cumplido el plazo tras las elecciones europeas y antes del referéndum escocés.
Ante una posible negativa del Gobierno central a la celebración de una consulta, el presidente del CATN ha esbozado también cinco posibles soluciones: parar el proceso, buscar mediadores internacionales, una consulta "alegal" al estilo de las consultas populares de 2009, una declaración unilateral de independencia en el actual Parlament, y unas elecciones plebiscitarias con la independencia como eje principal.
Entre estas opciones, Pi-Sunyer ha destacado que, aunque todas tienen problemas, la que menos inconvenientes legales puede conllevar es la de la celebración de unas elecciones plebiscitarias a la que los partidos concurran con una posición clara sobre la independencia.
En un día marcado por el debate sobre la repercusión internacional de una hipotética independencia de Catalunya y sobre si la secesión provocaría la salida de la UE, Pi-Sunyer ha explicado que el CATN ya trabaja en tres informes sobre la vertiente internacional y la repercusión de la independencia.
DE GISPERT DUDA
La distinción entre vías legales y alegales ha provocado otro de los debates de la comisión, empezando por la misma presidenta del Parlament y de la comisión, Núria De Gispert (UDC), que antes de dar la palabra a los grupos ha reconocido que las vías alegales no le dan "tan tranquilidad".
También la portavoz de ICV-EUiA, Dolors Camats, ha advertido del riesgo de que plantear ya las opciones ante una hipotética negativa del Estado pueda hacer que se interpreten como "deseables" antes incluso de agotar las vías que requieren acuerdo.
El portavoz del PSC en el Parlament, Maurici Lucena, ha criticado que el informe del CATN no sea "políticamente asexuado" y se muestre favorable a la independencia, lo que, a su juicio, le aleja de la neutralidad que debería mostrar.
Por su parte, el diputado de la CUP Quim Arrufat ha recelado de las vías que requieren el acuerdo con el Estado ya que sitúa el debate fuera de la sociedad catalana al trasladar el debate a las Cortes españolas.