EL PRAT DE LLOBREGAT (BARCELONA), 4 (EUROPA PRESS)
Los trabajadores de Eulen en los controles de seguridad del Aeropuerto de Barcelona-El Prat ha desconvocado la huelga prevista a partir del 8 de septiembre y han convocado una nueva serie de paros a partir del 6 de octubre para reclamar a la empresa que cumpla con el laudo arbitral impuesto por el Gobierno.
Así lo ha decidido la asamblea de trabajadores que a lo largo de este lunes se ha reunido en el Centro de Promoción Económica de El Prat de Llobregat para valorar el contenido del laudo arbitral y para decidir nuevas movilizaciones.
La asamblea, con 115 votos en contra del laudo y ninguno a favor, ha expresado por unanimidad su rechazo al contenido del dictamen, que prevé un complemento salarial de 200 euros al mes.
En declaraciones a los medios, el asesor del comité de huelga, Juan Carlos Giménez, ha explicado que "el rechazo ha sido unánime porque el laudo arbitral empeora las condiciones de la propuesta que habían acordado anteriormente Aena, Eulen y la Generalitat".
Dado que Eulen ha retirado los despidos y las sanciones a los trabajadores que incumplieron los servicios mínimos, tal como indicaba el laudo, el comité de huelga ha desconvocado los paros previstos a partir del 8 de septiembre en contra de lo que la plantilla consideraba "represalias".
Sin embargo, el comité ha sometido a votación de la asamblea una nueva huelga a partir del 6 de octubre, en este caso para protestar porque consideran que Eulen no está cumpliendo con todos los puntos del laudo, en concreto con los que permiten garantizar que los trabajadores puedan tener pausas para comer o para ir al lavabo durante su jornada laboral.
De esta forma, con 114 votos a favor y uno en contra, la asamblea de Eulen ha aprobado convocar paros de una hora por la mañana y por la tarde a partir del 6 de octubre en los controles de seguridad de El Prat.
El asesor del comité de huelga ha manifestado que "los trabajadores están en peores condiciones que hace un mes y medio, no pueden ir al servicio ni pueden comer, y las mujeres que se quedan embarazadas están en peligro; lo que está pasando es inhumano".
"Cuando un compañero va al servicio porque no se puede aguantar más, vuelve y se encuentra con el jefe de equipo que le pide a la Guardia Civil que denuncie al trabajador por abandonar su puesto", ha relatado Giménez.