El inspector reflexiona en su tercera obra sobre el odio a la mujer, la corrupción y la trata
BARCELONA, 12 Nov. (EUROPA PRESS) -
El inspector de la Policía Nacional y escritor Rafael Jiménez ha publicado su tercera novela, 'La novia ahorcada en el país del viento' (Principal de los libros, 2017), que parte del caso real de una mujer que apareció ahorcada en Portbou (Girona) en 1990 y nunca fue identificada, y reflexiona con ello sobre el odio a las mujeres, la trata, la explotación sexual y la corrupción.
En una entrevista de Europa Press, Jiménez, que cierra con esta novela su trilogía sobre el odio, explica que el odio hacia las mujeres, entre todos los tipos de odios, "es muy grave porque esta socialmente aceptado", aunque destaca que destapar escándalos como el del productor de Hollywood Hervey Weinstein ayuda a concienciar.
El autor asegura que la fijación en sus obras por el odio es porque siempre le ha interesado "la capacidad del ser humano para hacerse daño a través de cuestiones tan poco razonables como el territorio, la existencia de un Dios u otro o el abuso hacia los más débiles".
Jiménez sitúa su ficción en el Empordà, donde un empresario con muchos negocios ilegales --entre ellos los prostíbulos-- tiene comprados a cargos locales y a policías para poder actuar con total impunidad, y partiendo de esta historia plantea "una hipótesis plausible acerca del desgraciado final" de la chica ahorcada que apareció en Portbou, según explica el propio autor.
El protagonista, el inspector Garibaldi, una síntesis del policía y en ciertos aspectos 'alter ego' del autor --"Es un poco de todos los policías que he ido conociendo en mi vida"--, llega a este pequeño pueblo cerca de la frontera atraído por la historia de la novia ahorcada y por una antigua relación con una periodista.
Allí empieza a indagar sobre este caso olvidado junto a la periodista de investigación Anna Serra, y poco a poco descubre un intrincado caso que afecta a electos locales, expolicías, al hombre de negocios Julio Puertas, y hasta a la familia de la propia Serra.
En su relato, el autor reflexiona sobre la impunidad con la que actúan los grandes empresarios de la prostitución: "Existe una zona en el Alt Empordà que desgraciadamente es más conocida por los macroburdeles y la prostitución de carretera que por su idílico paisaje. Es complejo averiguar cómo no hay un rechazo más frontal por parte de todos los actores implicados".
NOVELA NEGRA
'La novia ahorcada en el país del viento' concentra todos los ingredientes de la novela negra escandinava: un enigma por resolver, empresarios oscuros, forenses, investigadores concienzudos y policías renegados, políticos corruptos: "De mi vida hay muy poco en esta novela".
Sobre si el inspector Garibaldi puede ser el inicio de una saga de novela negra, el policía confiesa: "No sé si habrá continuación... Estoy en una fase de reposo mental, atosigado ante tanto acontecimiento absurdo".
Preguntado por su trabajo como policía y sobre los últimos acontecimientos que han afectado a los Mossos d'Esquadra tras el 1-O, reconoce que las últimas semanas se ha quebrado la relación entre distintas policías en Catalunya "y costará recomponerla. La confianza mutua no se consigue de un día para otro".
"Habrá que ser inteligentes y empáticos, depurar responsabilidades si las hubiera e inculcar a los policías que nos relevarán algún día, que un servidor público lo debe ser siempre, y cuando digo siempre es siempre, leal a las leyes y aséptico políticamente", advierte.