Bernados augura que la regulación del alquiler en Catalunya será breve y la tilda de "desastre"
BARCELONA, 15 Oct. (EUROPA PRESS) -
El precio de la vivienda caerá un 16% y el del alquiler lo hará un 18% en 2020 y 2021 a nivel estatal, como consecuencia del impacto de la crisis del coronavirus, según un informe de la consultora Forcadell y la Universitat de Barcelona (UB).
Lo ha explicado este jueves en la rueda de prensa para presentar el informe el profesor de Economía de la UB Gonzalo Bernardos, que ha remarcado que, en el contexto actual, no hay "buenas noticias" para el sector inmobiliario.
La disminución en el precio de la vivienda de propiedad se debe a su correlación con la evolución del PIB, con previsiones de grandes caídas, y la del alquiler --nuevos contratos--, a las características de este mercado, "más humilde" y más afectado por la crisis.
Para el alquiler, Bernardos prevé que tarde más en llegar la recuperación en los precios, situándola en el año 2022, mientras que para la vivienda valora que se alcanzará en 2021.
POR CIUDADES
El impacto de la pandemia en el mercado de la vivienda y del alquiler afectará de manera diferente a Barcelona y Madrid: la caída del precio de la vivienda de propiedad será del 12% y el 13%, respectivamente, por debajo de la media, gracias a la afluencia de inversión que registran constantemente.
En el caso de la disminución del alquiler, Barcelona y Madrid tendrán caídas por encima al conjunto estatal, después de la conversión de viviendas turísticas y de arrendamiento temporal a alquiler convencional y la búsqueda de pisos más baratos por la bajada de los ingresos.
REGULACIÓN DEL PRECIO DE ALQUILER
Preguntado por la regulación aprobada en Catalunya para limitar los precios de alquiler, Bernardos ha expuesto que va a ser breve porque la Generalitat no tiene competencias en esta materia y el Tribunal Constitucional (TC) la acabará anulando, y la ha tildado de "desastre total".
"Es una medida absolutamente electoral", ha criticado el profesor de Economía de la UB, que ha augurado que muchos propietarios de viviendas en alquiler optarán por dejarlas vacías o venderlas, lo que hará que caiga la oferta y tensionará el mercado.
Bernardos ha agregado que cree que es una medida "discriminatoria" porque con precios más bajos se generará un exceso de demanda y habrá que decidir a quién se asigna las viviendas, además de considerar que desincentivará la inversión en el mercado de alquiler.