La presidenta avisa de que "criminalizar" el debate parlamentario atenta contra la democracia
BARCELONA, 19 Abr. (EUROPA PRESS) -
El presidente de la Generalitat, Carles Puigdemont, ha afirmado este miércoles que cuando el Estado trata de inhabilitar a miembros de la Mesa del Parlament y a su presidenta, Carme Forcadell, "está inhabilitando a todo un pueblo".
Lo ha dicho en la clausura del acto de apoyo de los tres últimos expresidentes del Parlament Joan Rigol, Ernest Benach y Núria De Gispert a la actual presidenta, Carme Forcadell, frente a las causas judiciales que hay abiertas contra ella.
Puigdemont ha hecho un llamamiento al pueblo de Catalunya a hacer realidad el lema que se ha popularizado en las redes sociales de "nunca caminareis solos", que le ha dedicado a Forcadell, al vicepresidente primero de la Mesa, Lluís Corominas, a las secretarias primera y cuarta, Anna Simó y Ramona Barrufet, sobre los que también pesa querella judicial.
También ha dirigido ese lema al expresidente Artur Mas y los exconsellers Joana Ortega, Irene Rigau y Francesc Homs, inhabilitados por impulsar el proceso participativo del 9 de noviembre de 2014 y presentes en el acto.
Puigdemont ha afirmado que en las "grandes encrucijadas de la historia están los parlamentos" y en la actual encrucijada catalana el camino escogido por los ciudadanos pasa por el Parlament como institución representativa de la voluntad popular.
En ese sentido, ha afirmado que las políticas del Govern penden del Parlament y de esa voluntad popular: "Por eso estamos donde estamos. Por eso los tribunales inhabilitan a Mas, Ortega, Rigau y Homs, por haber hecho caso a este Parlament. Por eso el Govern acumula cinco requerimientos y por eso los miembros de la mesa son objeto de procesos judiciales que sentimos nuestros".
Para Puigdemont, ninguna democracia se puede permitir inhabilitar la tarea parlamentaria de debatir, discutir y acordar: "Un parlamento donde no se puede hablar no es un parlamento", ha dicho, y ha pedido compromiso de país con las instituciones porque considera que se está inhabilitando a todos los diputados de la cámara independientemente del grupo al que pertenezcan.
Forcadell ha precedido al presidente agradeciendo el apoyo y afirmando que "los intentos de criminalizar los debates parlamentarios y de convertir en delito las propuestas" son un ataque a los fundamentos de la democracia, concretamente al derecho de impulsar iniciativas de los diputados, a la libertad de expresión y a la separación de poderes.
Ha explicado que los que creen en que la democracia emana del pueblo, no pueden permitir "que se vulnere el poder legislativo desde otros estamentos", y ha avisado de que todos los debates tienen cabida en el Parlament y que ser demócratas implica defender las ideas de todos.
"No tengan duda de que estaremos a la altura del momento histórico que vivimos para defender los derechos de los catalanes. Para garantizar la soberanía de las instituciones y que se escuchen todas las voces", ha concluido Forcadell.
EXPRESIDENTES
El acto ha sido convocado por Rigol y De Gispert, que forman parte de Demòcrates de Catalunya, y Benach, que es militante de ERC, partidos independentistas, y han reivindicado que Forcadell obró correctamente al permitir que el Parlament abordara la cuestión soberanista.
Asimismo, han considerado que este el acto en el Parlament es "esencialmente institucional", ante las críticas de la oposición que lo han tachado de partidista.
Benach ha explicado que la idea del acto surgió de exdiputados tras las querellas a los miembros de la mesa y en respuesta a la actitud del Gobierno central al que Rigol ha avisado: "Ellos tienen que ser conscientes de que para millones de catalanes la única patria institucional y política es Catalunya".
De Gispert ha asegurado a Forcadell que los tres expresidentes presentes habrían hecho lo mismo que ella, ha vaticinado que tarde o temprano la inhabilitarán y que ellos están dispuestos a "ponerse a la cola" para cuando llegue su turno.
MANIFIESTO
Los tres expresidentes han leído un manifiesto en el que consideran que la actuación judicial contra los miembros de la mesa es "una intromisión intolerable" y piden respeto para la principal institución política de Catalunya y a sus miembros escogidos democráticamente.
"No admitimos que por razones políticas se pueda alterar desde las instituciones jurídicas la composición de la Cámara, ni que se pretenda inhabilitar a representantes legítimos de la ciudadanía", han manifestado en referencia a Mas, Ortega, Rigau y Homs.