L'HOSPITALET DE LLOBREGAT (BARCELONA), 26 Mar. (EUROPA PRESS) - El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, ha ofrecido este domingo al Govern diálogo sobre todos los problemas de los catalanes pero en ningún caso de asuntos que supongan incumplir la ley como sería la convocatoria de un referéndum de independencia: "Nunca vamos a admitir la celebración de un referéndum que no permite nuestra Constitución". Lo ha dicho en la clausura del XIV congreso que el PP catalán ha celebrado este fin de semana en el hotel Hesperia Tower de L'Hospitalet de Llobregat y que ha proclamado a Xavier García Albiol nuevo presidente de los populares de Catalunya. "Se pueden pedir muchas cosas, pero no que nos pongamos de acuerdo para ver cómo podemos violar la ley conjuntamente", ha destacado Rajoy ante las peticiones del Govern de pactar un referéndum de independencia este año. Ha detallado que la posición del Gobierno es "un 'sí' rotundo al diálogo con todos" pero sin aceptar imposiciones, monólogos, contratos o adhesiones para sortear la ley con un referéndum que, según ha detallado, sólo se contempla en las constituciones de Etiopía y de las antiguas Yugoslavia y Unión Soviética. Rajoy quiere hablar de "todos los temas" que puedan resolver los problemas de los catalanes, como la situación de las infraestructuras, la financiación autonómica, los servicios públicos y el empleo, es decir, de la práctica totalidad de las 46 demandas que le trasladó el presidente del Govern, Carles Puigdemont. La línea roja para él es el Estado de derecho, porque "la ley y la democracia son inseparables, no se pueden contraponer, y los dirigentes no pueden saltarse la ley a la torera" como, según él, está haciendo Puigdemont. De hecho, ha concretado que el Govern está "desafiando continuamente las resoluciones judiciales, ignora las advertencias de los letrados del Parlament, hace caso omiso del Consell de Garanties Estatutàries, intenta silenciar a la oposición negando el debate y aprueba en el Boletín Oficial del Parlament dos enmiendas sobre presupuestos que son contradictorias". A juicio de Rajoy, estos gestos no son serios ni sensatos y están generando descrédito en las instituciones catalanas --"llegará el momento en que nadie les tome en serio"--, por lo que considera que es urgente que los organismos institucionales dejen de estar liderados por los independentistas. De hecho, ha dicho que tiene cinco objetivos principales para Catalunya y uno de ellos es lograr que las instituciones catalanas vuelvan a estar al servicio de todos los ciudadanos y no sólo de los independentistas, como considera que está ocurriendo ahora. Completan la lista de cinco objetivos el "seguir juntos, que se cumplan las leyes, reconstruir la cohesión interna que ha destruido el separatismo y crear una nueva concordia que aleje el extremismo de los centros de responsabilidad en Catalunya". "Hoy los extremistas más antidemocráticos son decisivos en Catalunya, y lo son para los temas más decisivos por la irresponsabilidad de algunos que han abandonado la moderación y los han querido como aliados", ha concretado, y ha dicho que debido a ello está en riesgo el modelo económico y social que siempre ha caracterizado el territorio catalán. Ha contrapuesto su voluntad de diálogo con la actitud de Puigdemont y su Govern, que se basa en ausentarse en las reuniones en las que se abordan temas de enorme trascendencia para los catalanes, como la Conferencia de Presidentes Autonómicos: "La obligación de un gobierno es acudir siempre. Si dejas la silla vacía y no hablas, otros lo harán por ti y, quizás, te fastidian". Para Rajoy, sus argumentos son razonables y la alternativa al "discurso del enfrentamiento, reproche, victimismo y buscar constantemente el enemigo fuera para echarle la culpa" que, según él, hace el Govern. El presidente español ha querido hacer un especial llamamiento a los que no son independentistas y a los que se sienten también españoles, que según él son la amplia mayoría de catalanes: "No les vamos a abandonar y queremos estar más presentes en su día a día". Así, ha dicho que siempre apoyará "a todos los catalanes que han sido engañados en su buena fe, que se les ha ofrecido como posible lo que no lo es, que se les ha colocado el señuelo de la independencia como remedio de todos sus males". Ha dado las gracias a quienes defienden la unidad de España en un territorio en el que el discurso que predomina en las instituciones es el independentista, y les ha pedido que sigan "dando esta justa batalla, noble, que merece la pena". A su juicio, para intentar sumar adhesiones al independentismo, el Govern ha "ocultado las consecuencias políticas, económicas y sociales que causaría la separación, que son muy importantes y graves", como la salida de la zona euro y de la UE y la insostenibilidad de los servicios públicos. Rajoy ha sido tajante con la salida de Catalunya de la UE en caso de una hipotética independencia, y ha recordado que precisamente el sábado en Roma se rubricó una declaración en el 60 aniversario del nacimiento del proyecto europeo en la que se deja bien claro que "debe respetarse el Estado de derecho". Es su primera visita a Catalunya desde que fue reelegido presidente del Gobierno en octubre pero no será la última: este mismo martes liderará un acto con empresarios y sociedad civil en Barcelona y prevé anunciar un gran proyecto de inversiones para el conjunto de España, especialmente para Catalunya.