Salut detecta un aumento de la prescripción inadecuada de fármacos para la ansiedad en primaria

La Central de Resultados del Aquas analiza 257 indicadores del sistema sanitario catalán

BARCELONA, 25 Nov. (EUROPA PRESS) -

La Agencia de Calidad y Evaluación Sanitarias de Catalunya (Aquas) de la Conselleria de Salud de la Generalitat ha constatado en 2023 un aumento del uso "inadecuado" de algunos tratamientos farmacológicos prescritos en atención primaria en Catalunya, como es el caso de las benzodiacepinas para la ansiedad.

Es una de las conclusiones de la Central de Resultados 2024, que han explicado este lunes en un encuentro con medios la directora de la Aquas, Sandra García, y la directora del Área de Calidad y Cumplimiento del Aquas, Mireia Espallargues.

García ha destacado que, en 2023, el uso "inadecuado" de hipolipemiantes --fármacos para reducir lípidos en sangre-- ha aumentado en un 17,2% respecto a 2022, y también ha crecido en un 14,1% la prescripción inadecuada de benzodiacepinas en ansiedad.

Ha concretado que también han aumentado en un 4,2% los pacientes polimedicados con más de 10 principios activos y los consumidores de fármacos antipsicóticos en un 1,9%, por lo que consideran que las áreas del sistema de salud con "más margen de mejora" están relacionadas con la adecuación de los tratamientos farmacológicos.

CENTRAL DE RESULTADOS

García ha explicado que la Central de Resultados ha analizado datos de 257 indicadores durante el período 2017-2023: 44 en atención primaria, 58 en atención hospitalaria, 14 en emergencias médicas, 65 en salud mental y adicciones, 49 en atención intermedia y 27 en salud pública.

Se trata de una iniciativa impulsada por la Conselleria de Salud y el CatSalut y desarrollada por la Aquas con el objetivo de medir, evaluar y difundir los resultados alcanzados en el ámbito de la atención a la salud para varios agentes que integran el Sistema Sanitario de Catalunya (SisCat).

Este lunes por la tarde se celebra una jornada con unos 800 asistentes, en la que participa la consellera de Salud, Olga Pané, para presentar el nuevo portal de entrada para acceder a los aplicativos interactivos de la Central de Resultados, que cuenta con un visor de centros y territorio, fichas de análisis y ámbitos de actividad y mapas.

EVOLUCIÓN TEMPORAL

El visor del Centro de Resultados permite comparar áreas y centros sanitarios, y también muestra la variabilidad territorial y la evolución temporal, por lo que García ha afirmado que los datos de población atendida "vuelven a la normalidad" tras el Covid-19 e incluso ha asegurado que algunos indicadores han alcanzando mejores resultados que antes de la pandemia.

Destacan la mejora de la satisfacción de los usuarios de la atención primaria, que ha aumentado un 4,75% respecto al 2022, y también la disminución del 12,3% de la frecuentación de los pacientes con patología crónica en la atención primaria.

EMERGENCIAS MÉDICAS

En el ámbito de la atención hospitalaria, constatan un aumento del 7% de hospitalizaciones en general, pero hay una reducción del 3% en la media de días de ingreso hospitalario.

Respecto a las emergencias médicas, han disminuido en el 2023 tanto las llamadas como las consultas sanitarias y administrativas, y identifican como una de las "principales áreas de mejora" la derivación a los Centros de urgencias de atención primaria (CUAP), que se encuentra en un 13,4%, lejos del objetivo del 30% marcado por el Sistema d'Emergències Mèdiques (SEM).

ATENCIÓN INTERMEDIA

Espallargues ha recalcado que existe una "gran" variabilidad territorial en las tasas de la atención intermedia, ya que la tasa en el caso de personas atendidas de media y larga estancia es del 46%, la de atención paliativa también es del 46% y la de pacientes subagudos es del 87%.

Además, el número de visitas de salud mental por persona se mantiene "estable" aunque observan una tendencia creciente en la patología crónica atendida en centros de salud mental, y también han incrementado los inicios de tratamiento por deshabituación a cualquier substancia, especialmente al alcohol y la cocaína en hombres a partir de los 35 años.