Portilla pide un plan a largo plazo para la industria y un trato fiscal favorable para la innovación en los procesos
BARCELONA, 13 Nov. (EUROPA PRESS) -
El director general de la Asociación Española de Proveedores de Automoción (Sernauto), José Portilla, ha lamentado este martes que el Gobierno español plantee la prohibición de la matriculación de vehículos que emitan dióxido de carbono (CO2) más allá de 2040: "No ayuda a una transición ordenada".
En declaraciones a los medios en el marco de la primera jornada del XXXIII Encuentro del Sector de Automoción organizado por Iese, celebrada este martes, Portilla ha pedido "mucha prudencia a la administración con este tipo de anuncios".
Cree que para llegar a una movilidad sostenible, la administración debería en primer lugar permitir generar ingresos a las empresas que están fabricando componentes para estos motores de combustión.
"Si no les dejas ahora generar dinero y con esos ingresos ir cambiando una línea o dos cada año, no se va a poder hacer esa transición", ha señalado, y ha puesto de ejemplo el caso de una empresa que tenga 20 líneas de cigüeñales para motor y deba ir adaptando sus procesos al vehículo eléctrico.
NEUTRALIDAD TECNOLÓGICA
En este sentido, ha defendido la neutralidad tecnológica y ha abogado por seguir trabajando en mejorar la eficiencia de los motores de combustión interna, tanto de gasolina como de diésel: "Son los clientes los que van a decidir al final en función de sus propias necesidades de movilidad la tecnología que mejor se adapte".
Asimismo, ha asegurado que apuestan por sacar del mercado los vehículos diésel y gasolina de más de 12, 13 y 14 años, que son los que "verdaderamente están contaminando de una manera importante las ciudades", junto con planes de incentivos para la introducción de vehículos más limpios.
Esta posición es la que ha defendido minutos antes y desde el escenario la presidenta de Sernauto, María Helena Antolin, que ha insistido en la neutralidad tecnológica y la utilización de la tecnología para reducir la emisiones contaminantes de los vehículos, y ha rechazado las legislaciones "disruptivas".
PLAN INDUSTRIAL Y FISCALIDAD
Portilla también ha reclamado a la administración un plan industrial a largo plazo para la industria de la automoción y, en el caso de los fabricantes de componentes manera específica, un tratamiento fiscal más favorable, sobretodo para la innovación en proceso.
"En España, el sector de componentes es muy bueno en producto pero también es muy bueno en procesos, y cuando hablamos de que vamos a hacer una electrificación y que habrá empresas que van a transformar sus procesos, vamos a tener que invertir estas industrias en innovación en procesos", ha explicado.
Por ello, ha pedido el mismo tratamiento fiscal entre el producto, que tiene una deducción del 25%, y los procesos, que se encuentra en el 12%: "Por los menos que pueda llegar hasta el 25%", ha añadido.
PREOCUPACIÓN POR EL BREXIT
Portilla se ha mostrado preocupado por los cambios regulatorios y las barreras arancelarias que puedan resultar de una negociación fallida entre la Unión Europea y el Reino Unido respecto a la salida de este último de la organización comunitaria.
El país, que cuenta con una veintena de plantas de producción y centros de I+D+i de compañías españolas --entre ellas de Gestamp y Grupo Antolin--, es el tercer destino de las exportaciones de componentes de automoción de España dentro de la UE, que representaron en 2017 un 10,2% de las exportaciones del sector.
Sernauto cree que un tratamiento fiscal distinto para las empresas españolas erradicadas en Reino Unido sería perjudicial para la competitividad de los proveedores españoles.