Asegura que el mantero detenido en La Rambla por la Urbana sólo estaba vendiendo
BARCELONA, 8 Ago. (EUROPA PRESS) -
El Sindicato Popular de Vendedores Ambulantes de Barcelona sopesa si acudir a la mesa que el Gobierno municipal ha propuesto convocar la próxima semana para abordar políticas sociolaborales y de emergencia social para vendedores.
En declaraciones a Europa Press este jueves, el representante del Sindicato Mansour Djite ha dicho que la convocatoria de esta mesa puede ser una "trampa", porque asegura que el Ayuntamiento no ha planteado ninguna medida concreta.
Además, ha dicho que es el propio Ayuntamiento uno de los responsables de la presencia policial que impide a los vendedores colocarse en los puntos en los que lo hacían habitualmente: "Sin vender, ¿qué van a hacer?".
El Gobierno de Ada Colau propuso crear esta mesa en un encuentro con representantes del colectivo este miércoles, con el objetivo de abordar de forma integral la situación y de buscar medidas sociolaborales y de emergencia social si se requieren.
Djite ha avisado de que cualquier solución pasa por cambios en la Ley de Extranjería, para que los vendedores puedan optar a alternativas laborales, y ha criticado que los cuerpos policiales persiguen más a los manteros que a los ladrones.
El representante del Sindicato ha tachado de "fascista" el discurso de algunos concejales barceloneses, y ha advertido de que Europa sería pobre sin los recursos provenientes de África.
Algunas de las propuestas de vendedores para mejorar su situación incluyen habilitar un espacio regulado en el que vender con condiciones pactadas, y potenciar la inserción laboral en ámbitos como la restauración y la pesca.
DETENIDO EN LA RAMBLA
Djite ha lamentado la detención de un vendedor en La Rambla, en la que seis agentes de la Guardia Urbana han intervenido en el arresto del hombre, que ha sido inmovilizado por cuatro de ellos.
Fuentes municipales han asegurado que el vendedor ha sido detenido por presuntos delitos de desobediencia, resistencia, daños en un vehículo policial y contra la propiedad industrial, mientras que fuentes del Sindicato sostienen que sólo estaba vendiendo.