Lamentan la falta de inversión y el desgaste del profesorado
BARCELONA, 20 Jun. (EUROPA PRESS) -
Sindicatos y asociaciones educativas han celebrado que se haya podido mantener la presencialidad en las aulas una vez ha terminado un curso "complicado" por la pandemia de Covid-19.
En declaraciones a Europa Press, la portavoz de UstecStes, Iolanda Segura, ha asegurado que si se han mantenido los centros abiertos ha sido "gracias a los profesionales" y poniendo en riesgo su salud, y también gracias al esfuerzo que ha hecho el alumnado para adaptarse a la situación.
La Conselleria de Educación de la Generalitat, en su opinión, ha hecho una "mínima inversión en un curso que requería muchos recursos", una situación que espera que no se vuelva a repetir, y que se ha plasmado en problemas en la distribución de equipos de protección, ventilación mecánica y calefacción.
La secretaria general de CC.OO. Educació, Tere Esperabé, ha valorado positivamente que se hayan mantenido las escuelas abiertas porque "se ha podido garantizar el derecho a la educación" sobre todo en entornos vulnerables, pero ha afirmado que el curso ha supuesto un desgaste muy grande que se deberá compensar los próximos años, también en lo referente a la salud mental de alumnos y profesores, con problemas de adicciones a las pantallas y trastornos alimentarios.
Ha citado que el curso no ha sido del todo positivo desde un punto de vista pedagógico, porque los alumnos no han podido aprender lo mismo a nivel curricular; en cambio, cree que han aprendido "otras cosas de la vida" como la incertidumbre, la paciencia, y valorar más la salud y la naturaleza.
Para la portavoz de IntersindicalCsc, Judith Ribera, en este curso "se han evidenciado de forma inequívoca las carencias estructurales del sistema educativo" y no se ha podido conseguir el objetivo de que las escuelas garanticen la equidad y la igualdad de oportunidades.
En declaraciones a Europa Press, ha destacado el "condicionante que representa pertenecer a una clase social determinada" durante la pandemia, porque elementos como el acceso a tecnología, la disponibilidad para hacer extraescolares o el capital cultural familiar han marcado la diferencia en el acceso al conocimiento de los hijos.
FAMILIAS Y PROFESORES
La presidenta de las Associacions Federades de Famílies d'Alumnes de Catalunya (Affac), Belén Tascón, ha señalado que la situación es "más complicada" en las aulas a día de hoy que en marzo de 2020, antes de la irrupción de la pandemia: ha sido un curso perdido --en sus palabras-- en la educación inclusiva, la participación de las familias en los centros se ha visto mermada y ha lamentado comportamientos diferenciados entre centros.
Ha lamentado que se ha tenido que dedicar más tiempo "a la logística que a los cuidados", si bien ha celebrado que se haya demostrado, con la apertura de las escuelas, que los niños no son supertransmisores de la infección y que no desarrollan la enfermedad como los adultos.
El presidente de la Federación de Asociaciones de Padres y Madres de Escuelas Libres de Cataunya (Fapel), Josep Manuel Prats, ha declarado a Europa Press que la dedicación del sector educativo por mantener la normalidad, pese al cansancio acumulado, ha sido "extraordinaria", y ha calificado de gran éxito el porcentaje de contagios en las escuelas.
No obstante, a nivel pedagógico, ha afirmado que no se puede considerar el curso 2020-2021 como un curso entero y que es muy probable que los alumnos no hayan adquirido todos los conocimientos que debieran, dado que, en su opinión, el currículum escolar ya es "justo"; y de cara al próximo curso, ha pedido un aumento de las tutorías para incrementar la implicación de las familias en los centros.
La presidenta de la Associació de Mestres Rosa Sensat, Francina Martí, ha asegurado que la gran lección de este curso es que el aprendizaje tiene un "componente social imprescindible" porque es mejor en un formato presencial, ha lamentado que las carencias del sistema han salido a la luz y ha esperado que este curso se haya aprendido a trabajar y ver las cosas de otro modo.
Ha considerado que los adolescentes y algunos profesores se han "desconectado del mundo real" y que la pandemia tendrá una repercusión emocional que quizá todavía no ha emergido del todo, especialmente en las personas más débiles.