Un testigo dice que vio a las acusadas del crimen de Cornellà (Barcelona) corriendo hacia la víctima

Las acusadas del crimen de Kristen, una joven de 18 años, frente a una discoteca de Cornellà de Llobregat (Barcelona) en 2020 durante la primera sesión del juicio en la Audiencia Provincial de Barcelona
Las acusadas del crimen de Kristen, una joven de 18 años, frente a una discoteca de Cornellà de Llobregat (Barcelona) en 2020 durante la primera sesión del juicio en la Audiencia Provincial de Barcelona - EUROPA PRESS
Publicado: martes, 10 septiembre 2024 20:16

Añade que la presunta autora material "metió medio cuerpo dentro" de un coche durante la pelea previa

BARCELONA, 10 Sep. (EUROPA PRESS) -

El que fue encargado de la discoteca Capitolio, emplazada en la calle Cuore del polígono de Can Famades, en Cornellà de Llobregat (Barcelona), ha declarado ante el jurado popular que la madrugada de los hechos, el 28 de junio de 2020, vio a las dos acusadas corriendo hacia Kristen, la joven de 19 años asesinada cerca del local.

El extrabajador ha recordado que al inicio de la noche de autos recibió en la discoteca a la presunta autora del crimen y a su marido, a los que conocía por ser clientes habituales, y a otra pareja, y que los condujo hasta un reservado en el que, según ha dicho, es obligatorio consumir, al menos, una botella de alcohol.

Ya de madrugada, después de que ambos matrimonios abandonaran el local, vio desde la puerta del establecimiento que el marido de la principal acusada se estaba peleando y que "salió una chica corriendo, que estaba apoyada en una valla" (en referencia a Kristen) y lo empujó con el pie y de ahí volvió al mismo sitio, aunque sin poder observar desde donde estaba el desenlace.

Lo que sí vio es que, mientras eso sucedía, la principal acusada "abrió la puerta derecha del Corvette y metió medio cuerpo dentro", aunque sin poder precisar si para coger algo o no, y salió corriendo tras la víctima acompañada de otra mujer, que también está acusada como presunta cómplice.

El testigo ha dicho que cree recordar que "fue directamente hacia la chica" y que ambas mujeres iban corriendo, por lo que a preguntas de la acusación particular, que ejerce el abogado Ignacio Nerín en representación de la familia de Kristen, ha manifestado, textualmente, que borrachos no estaban pero tomados sí, como todos los clientes cuando salen.

Este hecho es relevante, pues la defensa de la principal investigada, que ejerce el letrado Carlos Echevarri Paniagua, solicita que se le aplique, entre otras, la atenuante por haber actuado bajo el influjo de bebidas alcohólicas y sustancias estupefacientes.

Tras estos hechos, el exencargado ha recordado que otros clientes se le acercaron gritando "la gitana la apuñaló, la gitana la apuñaló" y que mientras él estaba concentrado en llamar al 112 para solicitar una ambulancia, las ahora acusadas se subieron a un vehículo y se fueron, en sus palabras, quemando rueda en dirección Cornellà.

TRES TESTIGOS PROTEGIDOS

Uno de los tres testigos protegidos ha comenzado su declaración este martes explicando que la víctima conocía al chico con el que supuestamente el marido de la presunta autora del crimen se enzarzó en una pelea y que ella "fue a defenderlo dándole una patada", lo que motivó la reacción de la procesada.

"Al principio creíamos que era puñetazos, que le estaban dando a la Kris", ha expresado, pero después vieron que se trataba de una navaja y que la chica presentaba dos puñaladas.

Así lo ha narrado antes de que la fiscalía interrumpiera su explicación para pedir que, por la baja calidad del sonido, se le tomara declaración en la sala, por lo que finalmente ha prestado testimonio a puerta cerrada, sin público y tras un biombo para evitar el contacto visual con las acusadas y preservar así su anonimato.

LA FAMILIA

Este martes, coincidiendo con la primera sesión del juicio, han declarado frente al jurado popular los familiares de Kristen, que han explicado que la chica trabajaba y estudiaba, contribuyendo con los gastos de la casa, y que formaban "una familia muy unida".

La madre de la joven ha declarado que llegaron a España procedentes de Bolivia cuando Kristen tenía 5 años --en el momento en que fue asesinada había cumplido los 19 años-- y que estudiaba un módulo de peluquería y estética y había trabajado para una conocida cadena de ropa y en la Fira de Barcelona.

La mañana del 28 de junio de 2020 descubrió que su hija había sido asesinada en la discoteca que frecuentaba porque una compañera de la chica le envió una foto y le explicó lo ocurrido y, desde entonces, no ha podido reincorporarse al trabajo porque su salud ha empeorado y necesita terapia psicológica y psiquiátrica.

Durante su declaración, en la que ha dicho que "no hay medicina que exista" para superar el duelo por la pérdida de su hija, las dos acusadas se han mostrado cabizbajas, evitando cruzar su mirada con ella.

El único hermano de la joven ha recordado que Kristen era una joven "muy protegida" en la familia y, en especial, por él, que estaban muy unidos y que se enteró de su fallecimiento cuando su padre lo despertó tras una noche de guardia trabajando en una ambulancia.

Pese a su estado psicológico, decidió no pedir la baja laboral porque durante las vacaciones, que coincidieron justo después del crimen de su hermana, tuvo "pensamientos suicidas por la agonía" que le produjeron los hechos enjuiciados y creyó que volver al trabajo le ayudaría a desconectar.

Además, ha añadido, ha padecido un cáncer que, según él, los médicos relacionan con "la mala noticia, con el shock" y continúa recibiendo atención psicológica.

Por último, el padre de la joven asesinada ha explicado que en el momento del crimen trabajaba a tiempo parcial como chófer y que, aunque tuvo que cogerse la baja laboral en un primer momento, se reincorporó a los pocos meses porque vio su sueldo mermado.

LAS PENAS

Por todo ello, la Fiscalía pide para la presunta autora 16 años de cárcel por un asesinato con alevosía y para la presunta cómplice 8 años, mientras que la acusación eleva las penas hasta los 20 años y los 10 años de prisión respectivamente.

La defensa de la presunta autora pide que la condena sea por lesiones con resultado de muerte y no por homicidio ni por asesinato y que sea castigada con 5 años de prisión, con las atenuantes de reparación del daño (por haber consignado 62.000 euros, que la fiscalía ha insinuado que podrían tener un origen ilícito) y por actuar bajo el influjo de bebidas alcohólicas y sustancias estupefacientes.

El abogado defensor de la presunta cómplice, Joaquim Bech de Careda, pide su libre absolución, pues niega que tuviese ninguna participación en estos hechos, pues coincidió con la víctima "uno o dos segundos" antes de la presunta pelea entre Kristen y la otra acusada.

Leer más acerca de: