Reprocha al Ayuntamiento que debió "liderar decididamente" los Juegos de Invierno del 2030
BARCELONA, 18 Jul. (EUROPA PRESS) -
El exalcalde de Barcelona Xavier Trias (CiU) ha admitido que hubo "tensiones" durante la organización de los Juegos Olímpicos del 1992 entre el Ayuntamiento, que lideraba Pasqual Maragall (PSC), y la Generalitat, con Jordi Pujol al frente, pero que ganó el sentido común.
En una entrevista de Europa Press con motivo del 30 aniversario de los Juegos Olímpicos de Barcelona del 1992, inaugurados el 25 de julio, Trias ha relatado que desde la Generalitat "se vivía con una cierta dificultad la presión que en aquel momento hacía Maragall" para invertir más dinero en la organización de los Juegos.
Lo ha calificado como una situación incómoda porque asegura que el Govern de Pujol tenía una situación económica muy difícil, pero finalmente "se decidió no pelearse y tirar hacia delante", y que las administraciones se pusieron de acuerdo relativamente fácil.
Trias, que en aquel momento era director del Institut Catal de la Salut (ICS), recuerda la proclamación de los Juegos del 92 como un "estallido de alegría" y como una excusa para transformar la ciudad, un planteamiento que ve muy inteligente, aunque considera que un evento de estas características no es la manera de ideal de generar un cambio en la ciudad.
"Si no tuviéramos el grado de dependencia que tenemos, sobre todo económico, no tendríamos que hacer un gran evento para hacer según qué transformaciones", ha recalcado, y ha opinado que se aprovecharon muy bien las oportunidades que ofrecieron los Juegos a la ciudad.
"EL ERROR" DE COLAU
Sobre el proyecto de los Juegos Olímpicos de Invierno de 2030, el exalcalde ha reprochado al Ayuntamiento que debió "liderar decididamente" la candidatura y ha considerado que quien debe defender la idea del proyecto es Barcelona.
"En el momento en que la alcaldesa decide que esto no va con ella y que lo haga la Generalitat es un error, y el error ya es máximo cuando a nivel del Estado se dice que esto se debe hacer con colaboración de Catalunya y Aragón", ha criticado.
En ese sentido, ha añadido que la ciudad "tiene una responsabilidad como capital de Catalunya sobre el territorio" y estar al servicio, no solo de los barceloneses, sino también de los ciudadanos del resto de Catalunya.