Se sumerge en una época dorada de la publicidad en Barcelona y Nueva York
BARCELONA, 11 Mar. (EUROPA PRESS) -
El escritor y periodista Xavier Bosch se sumerge en el mundo de la publicidad de finales de los años 80 en la novela 'Diagonal Manhattan' (Columna en catalán y Destino en castellano) en una historia de crecimiento y de búsqueda de la felicidad: "Entiendo la publicidad como la vida mejorada".
En un encuentro con medios este martes, ha asegurado que la publicidad en 20 segundos plantea un problema y da una solución de forma bonita diciendo lo máximo en las mínimas palabras: "La vida la querríamos tener como un anuncio, pero a menudo no lo es. El arte con estrategia es publicidad y el arte sin estrategia es creatividad, arte a secas".
Con dos escenarios como Barcelona y Nueva York, 'Diagonal Manhattan' --que llega este miércoles a las librerías--, cuenta la historia de una agencia en Barcelona comandada por Brauli Leveroni y Oscar Casas y como la hija del primero, Edda Leveroni, viaja a la ciudad estadounidense para hacer una estancia en una agencia donde solo trabajan mujeres.
En ese mundo de la publicidad, "la rama más brillante e imaginativa de la comunicación", ha querido situar una historia de crecimiento de Edda Leveroni, una joven segura de si misma, que queda ensimismada por la ciudad de Nueva York, su trabajo y la directora de la agencia.
En ese contraste entre la Barcelona y la Nueva York de la época, Edda Leveroni se encuentra en ese momento de "a partir de qué edad la vida le pertenece" y no se hacen las cosas para que los padres estén orgullosos, ha incidido el escritor.
Bosch ha explicado que ha situado la novela en los años 80 porque es "la década de oro de la publicidad" en Barcelona en la que los creativos tenían mucha inteligencia emocional, cuando era una potencia en creatividad solo por detrás de Nueva York y Londres, y ha señalado que tenía interés por el proceso creativo, desde la primera reunión hasta el anuncio final, así como la vertiente oculta de la competencia feroz.
También la ha querido situar en esa década porque era una época de caída de muros como el de Berlín, pero en el que se mantenían otros como que la OMS considerase todavía la homosexualidad como enfermedad mental, y porque era un momento en que comenzaron a surgir creativas y directivas publicitarias en Nueva York en un mundo hasta ese momento muy masculinizado con una voluntad de reivindicarlas.
"MENOS" RIESGOS EN CAMPAÑAS
Bosch ha explicado que ha recuperado apuntes de publicidad de cuando estudió Ciencias de la Información para la documentación de la novela, ha recordado que trabajó en diferentes agencias barcelonesas --de una de ellas tomó la idea de que los jefes compartiesen despacho--, y ha dicho que se ha reunido con varios publicistas.
Ha afirmado que, de sus conversaciones con publicistas, ha identificado que, a diferencia de los años 80, las grandes cuentas publicitarias se han trasladado de Barcelona a Madrid, las redes sociales han sustituido a la televisión como principal inversión, y que, si antes los publicistas trataban con los propietarios de las empresas directamente, ahora lo hacen con departamentos de marketing que "arriesgan mucho menos" en las campañas.
EL AMOR
Como en anteriores novelas, el amor vuelve a ser uno de los temas de la novela, en este caso de Edda que se abre a todo en una ciudad dura como Nueva York a sus 21 años, y también lo es la búsqueda de la felicidad, en este caso a través de las campañas publicitarias, un aspecto que todo el mundo busca pero no se pone de acuerdo a la hora de definir y que para él no se puede reducir a momentos de alegría sino que para él es algo "más constante".
Bosch ha dicho que el paso del tiempo, la búsqueda de la felicidad, el amor y la muerte son los grandes temas de la literatura universal porque son los grandes temas de la humanidad: "La vida va de eso", ha añadido.
El autor, que ha admitido haberse divertido mucho con la creación de las campañas publicitarias para la novela, ha afirmado que no es una novela nostálgica y ha explicado que es ordenado en la escritura, teniendo clara desde el inicio el tema, la trama y los personajes: "Soy como el plan Cerdà", ha bromeado.
Bosch ha asegurado que, tras diez novelas y dos libros de cuentos, escribe libros que le gustaría leer como lector, y busca una historia nueva que deje "un buen regusto" al lector y quiera leer la siguiente, y ha explicado que ahora inicia la gira de presentaciones de la novela antes de Sant Jordi.