'Mis días con los Kopp' es también un retrato del mundo intelectual de clase alta
BARCELONA, 23 Mar. (EUROPA PRESS) -
La escritora Xita Rubert debuta en la narrativa con 'Mis días con los Kopp' (Anagrama), una novela sobre la pérdida de la inocencia que sigue la historia de Virginia, una adolescente que viaja con su padre para reunirse con unos amigos ingleses, los Kopp.
Lo que en un inicio prometían ser unas vacaciones apacibles, se transforma con la llegada de Bertrand, un escultor y 'performer' que con toda probabilidad padece algún trastorno mental y que está obsesionado con la idea de que "las esculturas son efímeras", ha explicado la autora en rueda de prensa este miércoles.
Según ha dicho Rubert, la novela surge de un conglomerado de experiencias, frases, imágenes y sueños que, de modo inconsciente, han terminado por "cristalizarse" en una novela.
La historia se inició como un cuento, pero Rubert se dio cuenta pronto de que en ella afloraban cuestiones hondas, relacionadas por ejemplo con la paternidad y la enfermedad, de las que no se había propuesto hablar: "Fui tirando de ese hilo".
Hija del filósofo Xavier Rubert de Ventós y la escritora Luisa Castro, Xita Rubert (Barcelona, 1996) es licenciada en Filosofía y doctora en Literatura Comparada becada por la Universidad de Princeton (Estados Unidos), donde imparte clases sobre las relaciones entre filosofía, literatura y medicina.
Preguntada por la relación que hay entre su investigación académica y la novela, Rubert ha dicho que el único punto de encuentro es su interés por las cuestiones morales: "La novela está plagada de situaciones en las que uno se pregunta cómo deberían actuar los personajes, y es el lector quien debe decidir qué haría él en esa situación".
INTELECTUALES DE CLASE ALTA
La editora de la novela, Isabel Obiols, la ha descrito como una novela de pérdida de inocencia que incorpora también otros elementos, como la comedia social y el retrato de un mundo intelectual de clase alta "peculiar".
Del ambiente que retrata, Rubert ha dicho que le interesa por el contraste a su juicio terrible entre todo lo que tiene de "superficial y diplomático", y todo lo que sucede en realidad por debajo.
La editora de Anagrama, Silvia Sesé, ha destacado lo inesperado que es encontrar una voz "tan hecha y tan llena de capas y profundidad" en una escritora tan joven, y ha elogiado su inteligencia natural y su intuición poética.
Rubert ya tiene una segunda novela escrita de la que no ha querido adelantar nada, y ha explicado que, aunque no hay ningún escritor que la haya influido especialmente, le interesan los escritores que, como Thomas Mann, escriben una literatura en la que también hay pensamiento.