El ministro del Interior habla personalmente por teléfono con el policía y el guardia civil heridos en Melilla y les transmite su apoyo
MELILLA, 16 Jun. (EUROPA PRESS) -
La Confederación Española de Policía (CEP) ha expresado su total indignación ante los "hechos reiterados" que se vienen produciendo "por las mafias de tráfico de personas en la frontera de Melilla", después de que este viernes un policía y un guardia civil, Fernando Rivas e Imad Hamed, respectivamente, hayan resultado heridos después de ser golpeados por un vehículo "kamikaze" con nueve inmigrantes en su interior, y ha reclamado medidas para evitar hechos así como la instalación de bolardos en la frontera con Marruecos.
El sindicato policial ha manifestado que trabajar en las fronteras terrestres de paso de vehículos "se está convirtiendo en una profesión de alto riesgo, por ello demandamos a las autoridades competentes, que intervengan para que se adopten medidas urgentes y se instalen bolardos hidráulicos, que puedan activarse con un mando a distancia, para no seguir poniendo en peligro la vida de los agentes y velar por su integridad física".
La CEP ha indicado que si no se actúa con la celeridad suficiente y se instalan este tipo de dispositivos anti-intrusión, "algún día tendremos que lamentar una desgracia mayor o la muerte de algún miembro de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, porque son reiteradas veces las que se llevan produciendo este tipo de hechos".
A juicio de esta organización, "acceder violentamente en Melilla con un vehículo cargado con inmigrantes, se está convirtiendo en algo habitual, empleándose el mismo método, a toda velocidad, con toda la violencia y sin importarles la integridad física de los policías nacionales y guardias civiles que se encuentran allí trabajando".
La CEP ha señalado que Melilla es una ciudad de acogida de inmigrantes, garante de derechos, por lo que volverán a intentarlo, y por ello ha exigido que "no podemos permitir que este tipo de actos delictivos se convierta en algo habitual".
"Hacemos un llamamiento a las autoridades públicas, y sobre todo al ministro del Interior, Juan Ignacio Zoido, que se ha interesado personalmente por el estado de salud de los dos compañeros, para que inviertan en seguridad en las fronteras terrestres de pasos de vehículos", ha concluido.
ZOIDO LLAMA A LOS HERIDOS
Por su parte, el ministro del Interior ha hablado personalmente por teléfono con el policía y el guardia civil heridos en Melilla a causa de la entrada violenta del coche kamikaze y les ha trasmitido apoyo y se ha interesado por su estado de salud.
Zoido ha expresado "su apoyo y cariño para el policía Fernando Rivas y el guardia civil Imad Hamed, heridos al intentar detener a un coche kamikaze en Melilla".
Los hechos han ocurrido a las 07,30 horas el agente de la Guardia Civil y el de la Policía Nacional han resultado heridos al intentar frenar un coche que logró entrar violentamente en Melilla a través de la frontera de Farhana, con nueve inmigrantes de origen subsahariano a bordo mientras el conductor ha huido.
El policía que actuó en primer término "no dudó en intentar cerrar las puertas de acceso al paso fronterizo aun a riesgo, tal cual sucedió, de ser arrollado por el automóvil", ha subrayado la Delegación del Gobierno.
El agente ha sufrido contusiones en tibia, peroné y rodilla izquierda, por las que ya ha sido dado de alta tras recibir asistencia en Urgencias del Hospital Comarcal.
Por su parte, el guardia civil que actuó en segundo término, intentando igualmente cerrar las puertas, ha sufrido contusión en un brazo que, en principio, no parece grave.
Una portavoz de la Delegación del Gobierno ha explicado que el vehículo, un turismo marca Mercedes, logró irrumpir en la ciudad a toda velocidad, "con absoluta temeridad y sin reparar en el daño que pudiera causar a los agentes de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad e incluso a la sociedad en general, al poner en serio peligro no sólo a los funcionarios policiales y posibles transeúntes del mismo paso fronterizo, sino también a los ciudadanos que pudieran circular por las zonas adyacentes".
De hecho, ha explicado que el conductor, que abandonó el vehículo en cuanto logró adentrarse en la carretera de Farhana, camuflándose por el cauce del Río de Oro, "se vio favorecido por el entorno escolar próximo a la frontera, circunstancia que aconsejó a la Guardia Civil aminorar la persecución en evitación de males mayores".
En el automóvil viajaban nueve inmigrantes, todos ellos adultos de origen subsahariano, de los que uno es mujer. Cinco de ellos salieron a la carrera al pararse el vehículo y los cuatro restantes, ocultos en un doble fondo, fueron rescatados por agentes de la Guardia Civil.
La irrupción violenta del vehículo ha provocado daños en las puertas de acceso a la frontera de Farhana y en un vehículo de la Guardia Civil.