CEUTA, 25 Oct. (EUROPA PRESS) -
El Juzgado de Menores número 1 de Ceuta ha condenado a la Administración autonómica a indemnizar con cerca de 300.000 euros a la familia del joven marroquí de 19 años que en marzo falleció apuñalado en una playa del centro de la ciudad autónoma a manos de varios menores extranjeros no acompañados (entre ellos el autor material del homicidio) que estaban bajo su tutela y de los que era, por tanto, representante legal pero sobre los que no mantenía un control "diligente" pese a su "peligrosidad".
El auto que pone fin al proceso judicial, a cuyo contenido ha tenido acceso Europa Press, estima que "resulta indiscutible que la Administración no agotó ni estableció con suficiencia medidas de vigilancia y control" para "paliar" la "peligrosidad" del autor material de homicidio y para "evitar actos agresivos que eran perfectamente previsibles teniendo en cuenta las características de conflictividad del mismo".
Los cinco menores acusados de participar en el homicidio fueron condenados en junio por conformidad. El autor material, a siete años de internamiento en régimen cerrado y a tres de libertad vigilada con asistencia educativa como responsable de sendos delitos de robo con violencia e intimidación y de homicidio con agravante de superioridad. Otro menor deberá hacer frente a un año en régimen cerrado y otro de libertad vigilada por robo con violencia e intimidación y otros dos, a seis meses internados en régimen semiabierto y doce de libertad vigilada por encubrimiento.
Al ponderar la responsabilidad civil de la Ciudad, el Juzgado de Menores valora que el menor que apuñaló a la víctima "tenía una personalidad conflictiva; se mostraba irreflexivo, impulsivo y no medía las consecuencias de sus actos, habiéndosele observado reacciones de agresividad y violencia extrema ante situaciones de estrés o alta emotividad; no se responsabilizaba de sus actos e intentaba justificarlos manipulando y tergiversando los hechos, encontrándose inmerso en conductas antisociales y delictivas, siendo frecuentes las peleas y discusiones con otros menores".
"Dichas circunstancias", estima el auto, adelantado este miércoles por el diario 'El Faro', "deberían haber llevado a los responsables de la Institución de Protección a la adopción de las medidas de vigilancia que las mismas exigían, siendo además demostrativas del escaso control de la actividad del menor, al tiempo que ponen de manifiesto la inexistencia de un comportamiento corrector y educativo adecuado por parte de la Administración".
Según el relato de los hechos de la Fiscalía, el autor material de la agresión y otros dos menores se acercaron "de mutuo acuerdo" y "con ánimo de lucro ilícito" al fallecido y a otra persona cuando se encontraban en la céntrica playa de La Ribera. Allí le exigieron "todo lo que llevaban de valor" y uno de ellos, el principal acusado, cuya identidad responde a las iniciales M. K., "pegó un tirón de un cordón" que llevaba el agredido, arrebatándoselo.
Después, el mismo menor sacó una navaja con la intención de conseguir más botín. En ese momento, uno de los atracados huyó. La víctima mortal se negó, cogió su mochila, lanzó una piedra a los agresores e intentó escapar pero el más activo de los atacantes le alcanzó, "le agarró por la espalda, le giró y, de forma violenta y con intención de causarle la muerte, le acometió con un arma blanca en la zona precordial".