CEUTA, 4 May. (EUROPA PRESS) -
Las dos formaciones regionalistas con representación en la Asamblea de Ceuta, la coalición Caballas (4 diputados) y el Movimiento por la Dignidad y la Ciudadanía (MDyC), tres, han exigido este jueves a la Casa Real que "desmienta o repruebe" si el Rey emérito, Juan Carlos I, contempló en 1979 con dos representantes de Estados Unidos la posibilidad de ceder la ciudad de Melilla a Marruecos y poner a Ceuta bajo el control de un protectorado internacional.
El portavoz del segundo grupo de la oposición en la Asamblea, Mohamed Ali (Caballas), ha apuntado en declaraciones a Europa Press que "si el contenido del cable de la embajada estadounidense no se ajusta a la realidad debe ser desmentido cuanto antes y si es cierto, reprobado para que la Jefatura del Estado deje claro sin lugar a dudas ni paliativo alguno que Ceuta y Melilla han sido, son y seguirán siendo españolas".
"Cualquier manifestación sobre las ciudades autónomas debe partir de cuál es el sentimiento de sus poblaciones, que en un cien por cien son, se sienten y quieren seguir siendo españolas", ha añadido el político localista, a quien le parece "un disparate" cualquier planteamiento o hipótesis que se aleje de esa postura.
En un comunicado a los medios, el MDyC ha lamentado que, a juzgar por el contenido del telegrama en el que la Embajada de Estados Unidos resumió el encuentro, el Rey emérito parecía comportarse "más como un soberano de la Edad Media que como un supuesto demócrata". Desde su punto de vista "no se puede jugar con la españolidad de Ceuta como si de un cromo se tratara en supuestas maniobras o conversaciones que, en caso de confirmarse, dejan entrever una conducta más propia del dueño de un cortijo".
El Movimiento ha "repudiado" el contenido de la entrevista entre Don Juan Carlos I, el senador Edmund Muskie y el por aquel entonces embajador estadounidense en España, Terence Todman, y ha abogado porque, "si se confirma su veracidad", el Gobierno de Ceuta tome medidas "para retirar los honores de quien juega con nuestro futuro como si fuéramos su juguete".
En el cable diplomático, cuyo original ha consultado Europa Press, el Rey les dice a Muskie y Todman que "el gran asunto entre España y Marruecos son los dos enclaves españoles". También reconoció a sus interlocutores que la cesión de Melilla disgustaría al Ejército español, que "protestaría", pero que ese malestar "duraría sólo dos meses". Además, el Rey se mostraba convencido de que podría "controlar la situación".
Más complicado veía ceder la ciudad de Ceuta, donde por aquel entonces vivían 60.000 españoles, un número demasiado alto como para decidir sin más que pasaran bajo soberanía marroquí. En este caso señaló que "quizás la mejor solución" sería un estatuto similar al que tuvo Tánger entre 1923 y 1956, cuya administración la ejerció una comisión de varios países europeos, España entre ellos.
Tanto el Gobierno de Ceuta que preside Juan Vivas (PP) como las otras dos formaciones con presencia institucional en la Cámara autonómica, el PSOE y Cs, han evitado pronunciarse de momento sobre el contenido del telegrama que resume la posición del Rey emérito en 1979.