CEUTA 20 Dic. (EUROPA PRESS) -
Las Fuerzas de Seguridad marroquíes han rechazado durante la madrugada de este jueves a unos 200 migrantes subsaharianos que han protagonizado el primer intento de entrada irregular en Ceuta que se registra en el perímetro de la ciudad autónoma desde el pasado 22 de agosto, cuando lo consiguieron 116 indocumentados que fueron devueltos al día siguiente al país vecino.
Según han informado a Europa Press fuentes policiales, los dispositivos de control y detección de este tipo de saltos de la Guardia Civil apreciaron durante las primeras horas de la noche cómo un grupo formado por unas 200 personas se iba concentrando en las inmediaciones de la frontera del Tarajal, hacia la que alrededor de las 5.30 horas se dirigió un centenar que fue rechazado por las Fuerzas de Seguridad del Reino alauita.
Aproximadamente cuarenta migrantes fueron contenidos en la playa anexa a la frontera sin que llegasen a acercarse al espigón marítimo fronterizo que separa ambos países.
El paso fronterizo ha estado temporalmente cerrado y la Guardia Civil ha desplegado varias unidades, ente ellas efectivos de los Grupos de Reserva y Seguridad (GRS) destinados en la ciudad autónoma para el control de la presión migratoria, sin que llegasen ni a intervenir "ni a ver" siquiera a los indocumentados.
El perímetro de Ceuta ha vivido casi cuatro meses sin ningún intento de salto en grupo, lo que ha permitido rebajar el número de extranjeros acogido en el Centro de Estancia Temporal de Inmigrantes (CETI) a unas 600 personas, ligeramente por encima de su capacidad máxima operativa (512 plazas), que llegó a desbordarse en julio con más de 1.100 albergados.
Desde agosto las entradas irregulares en la ciudad han sido protagonizadas sobre todo por varones de nacionalidad argelina que acceden a territorio español por la frontera del Tarajal con pasaportes marroquíes aprovechando el elevado flujo de tránsito de personas que registra ese paso a diario y su parecido físico con los nacionales del país vecino.
Durante los últimos años la frontera de Ceuta ha sido escenario habitual de intentos de salto de su doble vallado perimetral de 8,2 kilómetros de longitud por parte de cientos de inmigrantes de origen subsahariano en las madrugadas de Navidad o Año Nuevo, cuando intuyen que los despliegues policiales de vigilancia pueden ser menores.
Según datos del Ministerio del Interior, desde el 1 de enero hasta el 16 de diciembre han entrado irregularmente en Ceuta 1.923 personas por vía terrestre (un 4,7% menos que en el mismo periodo de 2017) y 457 por la vía marítima (un 91,2% más).