El subsahariano ha sido detenido acusado de homicidio en grado de tentativa
MELILLA, 23 Mar. (EUROPA PRESS) -
La Delegación del Gobierno en Melilla ha denunciado que los GEAS (Grupos Especiales de Actividades Subacuáticas) de la Comandancia de la Guardia Civil en Melilla han vivido esta madrugada una de las operaciones de rescate más difíciles y estresantes de las muchas a las que han tenido que enfrentarse en Melilla a lo largo de los últimos años después de que uno de los inmigrantes rajase la lancha neumática e incitara a sus 30 inmigrantes ocupantes a tirarse al agua, a pesar del mal estado de la mar.
Según ha informado una portavoz gubernamental, una patera con 30 inmigrantes de origen subsahariano a bordo --28 de ellos adultos, de los que cinco eran mujeres, más dos menores, uno de ellos de tres años y otro de 17-- ha tenido que ser auxiliada a las 05,50 horas de esta madrugada, en las proximidades de la playa de Horcas Coloradas, tras ser avistada por el dispositivo anti-intrusión de la Benemérita cuando se aproximaba hacia la costa melillense.
Los hechos más graves, según ha detallado, se ha producido una vez las embarcaciones de los GEAS --un total de dos que participaron en la operación-- se acercaron hasta la patera, momento en que uno de los inmigrantes, que mantenía una conversación a través de un móvil, "opta por rajar la neumática y empieza a gritar, incitando al resto de los ocupantes a la rebelión contra los guardias y forzándoles a que se tiraran al agua".
"Afortunadamente, la lancha fuera borda, no se hundió, pero la mayoría de los inmigrantes tuvieron que ser rescatados, tras tirarse por la borda a pesar de las malas condiciones del mar y los fuertes vientos reinantes en la costa durante esta pasada madrugada", ha explicado la Delegación del Gobierno.
MÁXIMA TENSIÓN
La portavoz gubernamental ha subrayado que la tensión alcanzó sus momentos más extremos, en medio de la confusión y los gritos de los ocupantes, al desconocerse -entre otras razones por la escasa visibilidad- qué estaba pasando con el menor de 3 años, que "incluso llego a ser objeto de amenazas iniciales con ademanes de tirarlo al agua".
Finalmente, la Guardia Civil ha podido rescatar en buen estado al total de los inmigrantes, incluido el niño de tres años de edad, a los que se prestó una rápida asistencia sanitaria, dado que ya se encontraban avisados los servicios de Cruz Roja que, con un par de ambulancias, acudieron a prestar asistencia al grupo de auxiliados haciendo gala de su habitual profesionalidad.
La citada fuente ha indicado sólo una mujer, que presentaba un cuadro de ansiedad y síntomas de hipotermia, tuvo que ser trasladada al Hospital Comarcal, donde se procedió a su estabilización.
TENTATIVA DE HOMICIDIO
La Delegación ha destacado que tanto el patrón de la embarcación como el inmigrante que actuó de instigador y dificultó las labores de rescate han quedado detenidos y serán puestos a disposición judicial acusados de presuntos delitos contra los derechos de los ciudadanos extranjeros y favorecimiento de la inmigración irregular, en el caso del patrón; y resistencia a la autoridad e inducción al riesgo extremo para la vida de los menores y demás ocupantes de la embarcación, en el caso del instigador de la revuelta, cuya actuación podría encuadrase en un presunto delito de homicidio en grado de tentativa.
Todos los inmigrantes rescatados --salvo los detenidos-- ya se encuentran en el CETI, donde se procederá a su reseña y se identificará a los menores que viajaban en la patera.
El delegado del Gobierno, Abdelmalik El Barkani, ha querido reconocer "una vez más el difícil papel que cumple la Guardia Civil en la custodia y vigilancia de la frontera de Melilla, y la complicada dicotomía a la que se enfrenta cuando a dicha obligación legal debe aunarse el necesario auxilio humanitario a personas desvalidas, objeto del negocio de las mafias que trafican con seres humanos".
Abdelmalik El Barkani ha reiterado por ello su total apoyo a los guardias civiles y mandos de la Comandancia de la Benemérita y ha pedido una reflexión "a quienes confunden solidaridad con falso buenismo, ignoran la conflictiva realidad fronteriza de Melilla así como las consecuencias de la irresponsable tolerancia frente a la actuación de la mafias que alientan la inmigración irregular".