MELILLA 21 Sep. (EUROPA PRESS) -
Un total de tres internos de nacionalidad marroquí que cumplían condena en el Centro Penitenciario de Melilla han aprovechado un permiso de salida para huir al reino magrebí en motos de agua.
Según ha informado el sindicato de prisiones Acaip-UGT, el quebrantamiento de condena "es algo excepcional en el ámbito penitenciario: por ello, que se produzcan tres casos a la vez marca un triste récord que pone en duda la política de concesión de beneficios penitenciarios por parte de la Dirección del Centro Penitenciario de Melilla".
En este sentido, ha puesto de manifiesto que "es difícil de entender que se concedan permisos a presos que cumplen condena a las que le viene aparejada una orden de expulsión, más aún cuando no tienen arraigo ni familiar ni laboral en Melilla, lo que ya es indicativo de riesgo de quebrantamiento".
Al respecto, ha señalado que resulta además llamativo que la huida en moto de agua, que puede estar valorada en torno a 1.000 euros, haya sido sufragada con el dinero ganado en prisión, "ya que se trata de internos que realizaban trabajos en el penal melillense". Los tres presos, ha destallado el sindicato, retiraron todo el dinero que tenían acumulado en su peculio, obtenido por estos trabajos realizados para la administración penitenciaria, el día que salieron de permiso, 10 de septiembre, dato que también induce a pensar en la planificación previa de su huida y que no se trata de un plan sobrevenido.
Estos hechos han llevado a la dirección del centro a suspender la mayoría de los permisos penitenciarios, "haciendo responsable de una mala gestión de permisos a otros internos que nada tienen que ver con los hechos, limitando así el derecho de unos para encubrir lo que pueda ser una negligencia de otros".
Por todo ello, Acaip-UGT ha solicitado el cese fulminante del director de la prisión, Francisco Rebollo, así como la apertura de una investigación y, en su caso, un expediente disciplinario al propio Rebollo.
Por parte de la administración, un portavoz de la Delegación del Gobierno ha confirmado a Europa Press los hechos incidiendo en que no es una fuga, sino un quebrantamiento de condena, y que, llegado el caso de su detención, tendrán que cumplir el resto de condena que les queda más la pena que se les imponga por dicho quebrantamiento.