MADRID, 18 Jul. (CHANCE) -
Marta Garaulet, es Dietista-Nutricionista y autora de libros como Pierde peso sin perder la cabeza o Método Garaulet para niños.
Desde el año 2008 cada año acude a Boston, a la Universidad de Harvard donde investiga sobre la hora de la comida y la obesidad y desarrolla un interesante estudio que relaciona los efectos que tienen sobre la dieta y la salud una costumbre tan española como la de cenar tarde.
CHANCE: Marta, ¿en qué consiste a grandes rasgos vuestra investigación?
Marta Garaulet: Se trata de una colaboración con el doctor Frank Scheer, director del departamento de cronobiología y sueño de Harvard. Estamos investigando sobre la relación que hay entre la hora de la cena, cuando esta es tardía y cómo afecta al metabolismo glucídico y a la salud en general. Queremos demostrar que la hora de esa última comida es importante en la pérdida de peso, obesidad, y tolerancia a la glucosa.
CH: ¿Qué se considera una cena tardía?, porque en España llevamos unos horarios mucho más nocturnos que el resto de Europa.
M.G: Consideramos como cena tardía la que se produce durante las dos horas antes de irse a la cama. En España es muy típico cenar pasadas las 9:30 de la noche, de hecho un análisis realizado en más de 3000 pacientes que acuden a perder peso a diversos centros de Nutrición Garaulet en España, se observa que 1260 sujetos (42% de la población) es cenador tardío.
CH: ¿Qué consecuencias tiene ese patrón de conducta sobre la salud?
M.G: Nuestros resultados muestran que la sensibilidad a la insulina en el tejido adiposo humano (en la grasa corporal) cambia a lo largo del día, y es hasta 4 veces menor por la noche que por la mañana. Por tanto una cena tardía, cuando nuestro organismo no está preparado para tolerar la glucosa puede afectar a nuestro metabolismo, al grado de obesidad, y a la larga aumentar el riesgo de padecer diabetes
CH: ¿Recomiendas por tanto cambiar el patrón de conducta?, ¿Es posible cenar antes con esta irracionalidad de horarios?
M.G: España presenta una distribución de comidas muy particular, con desayuno ligero, comida al mediodía copiosa (sobre las tres de la tarde) y cena ligera tardía. De estos patrones, algunos son aconsejables, como tomar la mayor parte de las calorías del día al mediodía (en España casi la mitad de la energía que "comemos" se hace a al mediodía), o tener una cena ligera. Sin embargo otros hábitos quizás sería mejor cambiarlos, como el desayuno, que debería ser más fuerte, y los horarios de la comida del mediodía y de la cena, que en ambos casos se deberían adelantar, para comer siempre antes de las 3 de mediodía, y cenar siempre al menos 2h y media antes de irnos a la cama.