MADRID, 4 Jun. (CHANCE) -
Hay personajes a los que la polémica no resta ni un ápice de popularidad. Es más, parecen inmunes a esas malas noticias que generan y que a otros hundirían definitivamente.
Ahí está Kate Moss para demostrar que rumores y diretes no han hecho otra cosa que elevarla al olimpo de la moda. El que fuera su pareja allá por 1994 parece haber heredado la misma invulnerabilidad.
Johnny Depp, en medio de la controversia por colar sus mascotas de tapadillo en Australia y generar un debate que ha llegado a las máximas estancias políticas y judiciales del país, se acaba de convertir en imagen de Dior.
El actor, que hasta ahora se había mantenido alejado del atractivo y suculento universo publicitario, ha terminado cayendo rendido a la oferta de la firma francesa. El protagonista de Piratas del Caribe será el embajador de la nueva campaña del perfume que prepara François Demachy. El intérprete de 51 años sucede a Robert Pattinson, que hasta ahora atesoraba la imagen de Dior Homme.
Con una agenda cinematográfica que quita el hipo, el actor fetiche de Tim Burton parecería no necesitar este contrato por cuestiones monetarias, lo que acrecienta la creencia de que esta colaboración sea más bien una estrategia para reconducir su dañada imagen de cara a su más inminente estreno, Black Mass. Un thriller en el que comparte cartel con Benedict Cumberbatch y la solicitada Dakota Johnson y en el que vuelve a sorprendernos con su enorme capacidad camaleónica.
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