MADRID, 21 Nov. (CHANCE) -
Miranda Kerr se ha convertido en la nueva protagonista de la portada de diciembre de Glamour.
Una madre todoterreno que compagina su trabajo como top internacional con el cuidado de su pequeño Flynn. La australiana se define como una mujer 'happy' que practica meditación y yoga para hacer frente a su ajetreado día a día.
La top que fichó por Victoria's Secret en 2007, y en 2013 colgó sus alas de ángel, fue la primera australiana en enrolarse en la legión de Ángeles de Victoria's Secret pero, a pesar de su fama celestial, Miranda intenta llevar una vida de lo más normal: fan incondicional de Instagram, se compra la ropa por internet, compagina su faceta más urbanita con fervientes convicciones ecológicas, se declara practicante de la nueva ola espiritual y presume de una sana relación con su ex, Orlando Bloom, todo por el bien de su pequeño.
Su carrera comenzó a los 13 años de una manera muy improvisada: "Fue algo inesperado ya que una amiga me apuntó a un concurso de modelos sin que yo lo supiese. Nunca me había planteado la idea de ser modelo como una profesión, pero ahora estoy muy agradecida, porque me ha permitido llegar a ser la mujer que soy". Desde ese momento hasta ahora, Kerr ha trabajado con los pesos pesados de la moda, algo que le ha servido para aprender la importancia que tiene la creatividad y para "buscar siempre un punto de vista auténtico y personal".
Su trabajo le encanta: "Nunca hay dos días iguales. Eso, y el tener la oportunidad de conocer a gente increíble y el gran privilegio de viajar por todo el mundo".
La clave de la modelo para no perder energía a lo largo de un día intenso de trabajo es fácil, lo confiesa a Glamour: "La meditación me ayuda a reposicionar y reequilibrar mi mente y mi cuerpo. Meditar me resulta muy reconfortante después de sesiones agotadoras de trabajo físico y, también, tras esos días que tengo que hacer tareas psicológicamente muy demandantes. Me gusta meditar a diario, practicar el pensamiento positivo y mimarme con pequeños placeres, como masajes de los tejidos profundos, oxigenoterapia facial y envolturas corporales".
Y además, resuelve la gran incógnita que acecha a toda modelo:¿Cómo cuida su alimentación?, ella lo tiene claro: "Como mucho pescado, pollo, verduras y hortalizas, orgánico siempre que sea posible. Además sigo la regla del 80/20, que consiste en ser un 80% saludable y un 20% indulgente. Creo que la clave es lograr un equilibrio sin necesidad de castigarse. Por otro lado, también hago mucho ejercicio. Soy aficionada al senderismo, a la marcha, al entrenamiento de alta intensidad y al ballet body, una fusión de ballet y Pilates".