MADRID, 2 Oct. (CHANCE) -
Hugh Jackman, más parecido a Peter Pan que a Barbanegra. Pan, la última adaptación del clásico Peter Pan, está en plena promoción ante su inminente estreno en la gran pantalla, previsto para el 9 de octubre en España. Sus estrellas, como Rooney Mara, Amanda Seyfried, Levi Miller y Hugh Jackman, conceden entrevistas a diestro y siniestro para convertirla en una de las cintas más taquilleras del último trimestre del año. Entre las muchas declaraciones realizadas por el actor australiano nos quedamos con las concedidas al suplemento Parade, en las que asegura que su infancia fue similar a la de Peter Pan.
COMO LA DE PETER PAN, SU NIÑEZ, ESTUVO MARCADA POR LA AUSENCIA DE SU PROGENITORA
El intérprete de 46 años, que encarna al malvado Barbanegra, recuerda cómo le afectó la ausencia de su progenitora. “Yo era volátil. Mi madre se fue cuando tenía ocho años y mi ira no salió a flote hasta los 12 o 13. Se desencadenó porque mis padres se estaban reconciliando y no lo hicieron. Todos esos años había estado conteniendo la esperanza de que lo harían”, se lamentaba la estrella cinematográfica.
El protagonista de X-Men admite que el deporte fue su verdadera vía de escape y que se mostró como un chaval temeroso porque se sentía impotente ante la situación. “Yo era el más joven (tiene cuatro hermanos mayores). Y solía ser el primero en casa y estaba asustado de entrar. No podía entrar dentro de la casa por mi cuenta. Esperaba fuera, asustado, frustrado”, comenta Jackman.
EL DEPORTE Y LA RELIGIÓN LE AYUDARON A ENCONTRAR LA PAZ INTERIOR
Más tarde llegaron los miedos a la oscuridad, a las alturas sentimientos que no hicieron más que acrecentar su ira, y en ese momento, la religión fue el asidero para seguir adelante. “Solía ir a campamentos evangelistas. Cuando tenía unos 13 años tuve un presentimiento raro en el que yo estaba sobre un escenario”, señala Hugh, para el que salir a escena es el mayor de los alivios. “A través de la actuación, soy capaz de encontrar ese nivel de felicidad y de paz, de calma y alegría”, concluía.