MADRID, 28 Sep. (CHANCE) -
A pesar de toda la polémica que le rodea con el testimonio de Julián Muñoz, el distanciamiento con sus hijos, su mudanza a Madrid y la venta de Cantora... Isabel Pantoja volvió a demostrar anoche que su profesión está por encima de cualquier cosa y conquistó a su público de Alcalá de Henares.
La tonadillera tuvo que lidiar con algunos problemas técnicos del directo que se vieron eclipsados con su inconmensurable voz y con ese repertorio de temas musicales con el que hizo un recorrido a toda su carrera musical.
Para esta ocasión, la artista quiso repetir estilismo. Quizás ha sido lo que más nos llamó la atención, ya que Isabel acostumbra a cuidar su fachada... pero hay una explicación. Tal y como contó Antonio Rossi en 'Vamos a ver', tenía preparado un traje en color negro porque esta semana se cumplía el aniversario de la muerte de Paquirri. Sin embargo, debido al fallecimiento de Julián Muñoz, la cantante quiso evitar especulaciones y se enfundó en el vestido que ya lució hace unas semanas en Valencia.
Algo más emocionada de lo normal, Pantoja derramó lágrimas encima del escenario con sus temas más icónicos y se dejó querer por un público entregado que la jaleaba y animaba durante casi tres horas de concierto.
Como artista invitada, María Peláe... que se entregó también al público interpretando junto a la 'Reina de la copla' su tema 'Garlochi'.
Este concierto en Alcalá de Henares es el penúltimo de su gira 50 años por España. La artista volverá a subirse al escenario el próximo 30 de noviembre en Tarragona y finalizará así una gira que ha sido todo un éxito con la que ha celebrado sus 50 años en la música.