MADRID, 14 Ago. (CHANCE) -
El Auditorio de Starlite rugió anoche al ritmo de Jason Derulo. El artista estadounidense se subió al escenario dispuesto a darlo todo, sacó la fiera que lleva dentro y a golpe de caderas, exhibición vocal y flow a raudales extasió al público asistente. El cantante, que posee una de las mejores voces de la última década, volvió a Starlite después de su exitosa actuación de 2017 para firmar el sold out número 19 de esta edición del festival.
Jason Derulo abrió la noche con su sencillo de debut 'Watcha Say', el mismo que le dio reconocimiento a nivel mundial en 2009 y que puso en pie a todo el Auditorio como preludio de una gran noche de baile y coreografías plagados del mejor R&B internacional del momento.
'Tip Toe', 'In My Head' y 'Wiggle' pusieron arriba el Auditorio, un bloque movido y electrizante al que siguió una parte más romántica -sin dejar de lado el baile- con los temas 'Marry Me', 'Breathing' o 'It Girl', hit para el que solicitó la compañía de una chica del público que, emocionada, se convirtió en protagonista por unos instantes del show de la noche.
Derulo desató su más potente torrente de voz al interpretar las primeras estrofas de 'Time To Say Goodbye', tema que inspiró su particular versión, 'Goodbye'. Una muestra magistral de su voz de tenor que, en ocasiones queda en segundo plano porque las explosivas coreografías acaparan todo el protagonismo por su vistosidad y precisión en la ejecución de los bailarines.
Con 'Swalla' y 'Mamacita', la gran estrella internacional terminó poniendo del revés el Auditorio, totalmente entregado a la sonrisa y el sex appeal que irradia con cada movimiento. Como fin de fiesta, 'Talk Dirty', 'Want To Want Me' y un "Gracias, Marbella" que seguramente quedarán fijados en el recuerdo de todos los asistentes como un cierre de excepción para un concierto extraordinario.