MADRID, 14 Oct. (CHANCE) -
Johnny Depp no quiere ganar un Oscar. Ojipláticos nos hemos quedado cuando hemos leído las últimas declaraciones del intérprete de 52 años sobre la posibilidad de obtener algún día la codiciada estatuilla de la Academia de Cine estadounidense.
"No quiero ganar una de esas cosas nunca", le dijo el marido de Amber Heard a un periodista de la BBC en el Film Festival el pasado domingo, durante el estreno de Black Mass. Muchos son los que colocan al protagonista de la saga Piratas del Caribe tras la estela del Oscar por su papel de White Bulger en la cinta de Scott Cooper, que llegará a las pantallas españolas el próximo 23 de octubre.
La explicación de la estrella cinematográfica fue muy clara: "No quiero tener que hablar. Me dieron una de esas cosas, como una nominación, dos o tres veces. Una nominación es mucho". En este punto recordamos su bochornosa aparición en el escenario de los Hollywood Film Awards en estado de embriaguez y con un aspecto físico lamentable. Las redes sociales fueron implacables con el actor, cuyo matrimonio estuvo también en la cuerda floja por esta desafortunada actuación, que provocó la sorpresa y la hilaridad de todos los compañeros de profesión reunidos en el Hollywood Palladium de Los Ángeles.
"La idea de ganar significa que estás en competencia con alguien y no estoy compitiendo con nadie", admitía el artista, que aseguró que su único objetivo es hacer lo que más le gusta, aunque haya veces que a la gente no le termine de convencer. En cuanto a las buenas críticas recibidas por su último trabajo sobre la historia real del mafioso irlandés que termina colaborando con el FBI, Depp subrayó que no había hecho nada diferente en este trabajo al resto de películas que ha rodado hasta la fecha.
Johnny podría tener que enfrentarse a la peor de sus pesadillas, una nueva nominación el próximo mes de enero. Ya lo estuvo en tres ocasiones antes con Descubriendo nunca jamás (2004), Eduardo Manostijeras (2007) y Piratas del Caribe (2003).