MADRID, 13 Feb. (CHANCE) -
La La Land se confirmaba anoche en Londres como la gran favorita a los Oscar después de reunir cinco reconocimientos de la Academia Británica, entre ellos algunos de los más destacados, como Mejor Película, Mejor Director, para el joven cineasta Damien Chazelle; Mejor Actriz para una Emma Stone que lo ha ganado todo este años gracias a la encantadora Mia; Mejor Banda Sonora para la magnífica música creada por Justin Hurwitz; y Mejor Fotografía en reconocimiento al trabajo de Linus Sandgren. La comedia musical arrasó en los Globos de Oro, en los Premios de la Crítica Cinematográfica, y parece que podría hacer historia en la ceremonia del próximo 26 de febrero.
Por detrás, a mucha distancia, Machester By The Sea, el desgarrador relato de Kenneth Lonergan que fue reconocido como el Mejor Guión Original y también lo fue su protagonista, Casey Affleck, que recibió el galardón de manos de Penélope Cruz, una de las pocas presentadoras de la noche que no aprovechó su presencia en el escenario para dar un breve discurso, la madrileña optó por dar paso directamente a los nominados.
También obtuvo recompensa el trabajo de Dev Patel en Lion como Mejor Actor de Reparto y el de Luke Davies en la adaptación del guión sobre una "historia de amor que rebasa fronteras", tal y como la definió el actor británico de 26 años. Florence Foster Jenkins, la cinta de Stephen Frears protagonizada por la "sobrevalorada" Meryl Streep, se llevó el premio al Mejor Maquillaje y Peluquería,;Jackie fue elegida la cinta con Mejor Vestuario; mientras que La llegada, a la que le quedó el premio de consolación del Mejor Sonido, y Animales Nocturnos, que se fue de vacío, fueron las grandes perdedoras.
Una gala que este año se trasladaba del Covent Garden al Albert Royal Hall con la presencia de los Duques de Cambridge, el príncipe William preside la Academia desde 2010 y entrega el premio honorífico, el más importante, que este año fue entregado a Mel Brooks. El actor, productor, realizador y guionista estadounidense hizo gala de una salud envidiable a sus magníficos 90 años. El neoyorquino, que no pudo evitar emocionarse ante este reconocimiento, confesó haber olvidado el pasaporte porque sentía que Reino Unido "es una extensión de Brooklyn donde se habla mejor", en otro de los mesurados discursos en los que se trataba de derribar las fronteras y los muros que algunos se empeñan en colocar.
El comediante, escritor, director y actor Stephen Fry, con su habitual sentido del humor inglés, lanzó alguna que otra puyita a Donald Trump, para eso contaba en el patio de butacas con una nominada Meryl Streep, el acicate del presidente estadounidense, a la que defendió desde el escenario y más tarde pidió un beso, que fue entregado con total dedicación. Sin dar nombres, y con algo de nervios producto de su tercer gran premio este año, Stone apoyó parte de su discurso de agradecimiento al papel del cine como nexo de culturas y países. "En estos tiempos en los que nos encontramos como en un túnel, en el que parecemos separados, el cine nos permite ir más allá de las fronteras", subrayó la firma candidata a ganar la estatuilla. También reivindicativa, una vez más, Viola Davis, elegida Mejor Actriz de Reparto por Fences, que recordó la dura historia de su padre, un cuidador de caballos, sin formación, que falleció hace unos años de cáncer. "Me preguntaba antes de la muerte de mi padre si su vida había tenido sentido y creo que Fences responde muy bien a esa pregunta, la vida de todos aquellos afroamericanos que trabajaron duro merecieron la pena", dijo la protagonista de Cómo defender a un asesino, que dedicó el reconocimiento a su marido y a su hija.
Pero sin duda el alegato más político fue el lanzado por Ken Loach, ganador del BAFTA a la Mejor Película Británica por Yo, Daniel Blake, un doloroso retrato de las desigualdades e injusticias burocráticas que acaban con la esperanza de miles de ciudadanos británicos. "Gracias a la Academia por este premio, por apoyar las verdades. Los más vulnerables de este país son maltratados por este gobierno, una situación que se extiende a todos aquellos niños refugiados a los que prometimos proteger. A pesar del glamour de esta gala, estamos con el pueblo", dijo el realizador de 80 años que suma con este su tercer BAFTA.