MADRID, 9 Abr. (CHANCE) -
La artista Lolita Flores se convierte en el frágil personaje de Natàlia 'Colometa' en el monólogo teatral 'La plaza del diamante' en una adaptación de Joan Ollé --que también dirige la pieza-- en base a la novela de la catalana Mercè Rodoreda, una producción que ya ha pasado por Madrid y Valencia.
Lolita aseguró en rueda de prensa que interpreta esta obra con sumo respeto: "Tenía muchas ganas de venir a Barcelona, pero estoy nerviosa y tengo miedo", admitió. "Sé que la gente de Catalunya nos quiere muchísimo a mi familia y a mí. Mi hermana cada vez viene al Palau de la Música y lo pone boca arriba, y sé que somos artistas del gusto de los catalanes y que estoy haciendo algo que es muy vuestro", aseguró Flores, que también recordó que su padre era un gitano del barrio de Gracia.
La artista aseguró que su puesta en escena es un homenaje callado a su progenitor, que de toda su familia ha sido el más desconocido: "Voy a entregar mi corazón cada vez que salga, y ojalá les guste".
La novela se sitúa en los años de posguerra y la protagonista, Natàlia, es una chica huérfana de madre que se siente perdida en el mundo y que tras ver morir a sus seres queridos pasará hambre y miseria, en una crónica costumbrista de la Barcelona de la época.
"Fue Joan Manuel Serrat quien me convenció: me daba miedo por la responsabilidad", confesó Flores, que agadeció a Ollé haberle enseñado mucho --pese a que cada uno tiene su 'Colometa'--, como por ejemplo, a serenar su gesticulación, ya que gran parte de la obra la pasa sentada en un banco.
En el momento de decidir si aceptaba o no, Lolita lamentó no haberlo podido preguntar a su madre, ni a su padre, ni a su hermano: "Mi padre se hubiera vuelto loco, hubiera dicho '¡hazlo!', y mi madre hubiera dicho: '¿a mí por qué no me dan el papel'?".
"La Colometa o te la pasas por el hígado, o es imposible", dijo Lolita, que, sin haber estudiado arte dramático pone a los personajes muy dentro de su alma y busca aquello que ha podido tener en común con ellos: su voz, su manera de andar y forma de contar las cosas, relató.
"Las mujeres que tenemos una edad y hemos tenido una serie de experiencias entendemos muy bien a Colometa", dijo la actriz, que a raíz de este papel ya le han salido numerosas propuestas, como el que hará en la obra 'La asamblea de las mujeres' en agosto en el Teatro Romano de Mérida con dirección de Juan Echanove y texto de Aristófanes.
La cantante habló emocionada de su padre: "Para mi tener un Goya fue algo muy especial, estar en este teatro Goya es muy especial; estoy nerviosa, tengo miedo; sé que somos artistas del gusto de los catalanes; es un homenaje que le hago a mi padre, un gitano catalán y para mi fue el mejor gitano catalán que dio la historia, aparte de mejor artista; él ha estado más en la sombra".
"ANTES DE DEBUTAR EN EL TEATRO ESPAÑOL ME DIO ATAQUE DE ANSIEDAD, ME PUSE A LLORAR, DIJE QUE NO ESTABA A LA ALTURA, QUE LO DEJABA"
"He aprendido otra forma de hablar, otra forma de moverme, a comunicar sin tener que mover las manos, he aprendido muchas cosas; no puedo aburrirme, soy de culo inquieto; tardé casi dos meses en decidirme hasta que recibí una llamada de Serrat", aseguró.
Sobre los esfuerzos: "Personaje no me venía y diez días antes de debutar en el teatro español me dio ataque de ansiedad, me puse a llorar, dije que no estaba a la altura, que lo dejaba; ese día me dio ataque de nervios; yo no he estudiado arte dramático, estuve en academia cuando tenía 15 años y nunca más volví porque me dediqué a la música; los personajes me los meto dentro y busco lo que puedo tener en común con ese personaje y hasta ahora todo lo que he hecho me ha salido bien, dignamente y a la gente le gusta lo que hago; el esfuerzo es meterse en su piel, en su manera de moverse, de contar las cosas; me pongo en la piel de esa persona y eso me pasó en las películas y el personaje lo dejo ahí y cuando salgo a la calle soy Lolita Flores".
Sobre sus hijos: "Me han dicho cosas maravillas de mi hija; mi hija cada vez que me ve actuar llora; mi hija niña muy aplicada, que estudia mucho más que yo y en esta España nuestra hay actrices y actores jóvenes maravillosos y vamos siempre a los mismos y no porque sea mi hija, vamos a repartir, tenemos muy grandes talentos y que lo único que hace falta es que levanten la cultura. Mi hijo es músico, no entiende nada de teatro, pero le gusta lo que hago, está encantado; el arte es arte y la política es política, todos tenemos pensamientos, pero que dejen el arte para los artistas y que la política que la lleven los políticos y a ver si lo hacen mejor"