Lolita rinde homenaje al clan Flores con 'De Lolita a Lola'

MADRID 4 Jun. (EUROPA PRESS) -

Radiante y llena de energía. Visiblemente recuperada de sus problemas de salud y con matrimonio recién estrenado, Lolita cierra el círculo de la felicidad y pone el broche de oro a su carrera profesional con 'De Lolita a Lola', un disco en directo, el primero de toda su carrera, donde se auto homenajea y repasa todos los grandes éxitos de la familia Flores.

Para la ocasión, la artista se ha rodeado de grandes nombres de la canción como Malú, José Mercé, con el que le une una amistad de años, Melendi o su hermana Rosario.

Se trata de todo un recorrido artístico y emocional grabado en una actuación celebrada en Madrid el 18 de marzo y que forma parte de una gira por teatros de toda España en la que le ha acompañado el recuerdo su madre, su padre y su hermano.

-¿Por qué has tardado tanto en sacar un disco en directo?

-Puede parecer una barbaridad que sea mi primer disco en directo, aunque yo creo que soy mejor artista de directo que de estudio. Solo puedo dar gracias por esta oportunidad que me han brindado para que el público pueda ver como soy yo realmente en el escenario.

-¿Cómo te sientes sobre el escenario?

-Sigo siendo la misma mujer, con los mismos genes, la misma sangre y los mismos sentimientos, aunque sí que es cierto que en el escenario aparece una Lolita que se transforma, que no tiene nada que ver con la que ahora ves.

-Parece que la vida te sonríe: recién casada y con los problemas de salud superados.

-Estoy muy feliz. Estoy sana y salva y lo único que quiero es trabajar.

-Además de artistas como Melendi o Malú o José Mercé te has hecho acompañar de tu hermana en la grabación del disco.

-Si le hago un homenaje a mi familia, cómo no va a estar ella. A José lo conocí muy joven, porque salíamos en la misma pandilla y Melendi es un admirador tremendo de mi hermano Antonio.

-Parece todo un homenaje a tus orígenes porque, además, abres el disco con "Amor, amor".

-Era casi una niña cuando saqué la canción y me trae muy buenos recuerdos.

-El que no aparece en el disco es tu hijo Guillermo.

-Aún no tiene edad laboral, pero se le ve en el camino de ser un gran profesional porque le encanta la guitarra y los genes los lleva dentro.

-¿Cuál es el ambiente de una casa de artistas?

-El mismo que en cualquier casa. Somos gente muy normal. Tenemos una profesión cara al público, que te exige estar algunas veces más guapa de lo normal pero no dejamos de ser unos currantes que llegan a casa para cenar, tirarse en el sofá y hacer 'zapping'. No estamos las veinticuatro horas con la peineta y bata de cola (ríe), ni la guitarra en la mano. Hay que pagar las cuentas, ir a los bancos... lo normal en cualquier familia.

-¿Te consideras afortunada?

-Mucho, mis dos hijos me han salido muy bien. No son hijos de famosos, han crecido como los demás, con sus amigos y su gente. Lo único que le pido a Dios es que esta profesión no la dañe, ya no porque se le suba a la cabeza sino porque la haga daño en otros sentidos.

-¿Qué momento rescatarías de toda tu carrera?

-No podría elegir solo uno. Lo que sí te puedo decir es que este disco es muy especial para mí y no lo podría meter en el saco de todos los demás. Aquí canto en directo, no hay trampa ni cartón.

-¿Qué recuerdos guardas de la etapa en la que actuabas con tu madre?

-Fue una etapa maravillosa, pero me costó destacar a su lado. Ella era una gran artista y a ella iban dirigidas todas las miradas y yo era la hija que había triunfado con una cancioncita. Se tuvo que morir mi madre para que se fijasen en mí, esa es la pena, pero yo era la misma artista antes que ahora. Pero yo ya había triunfado en Latinoamérica.

-¿Harás gira por América?

-Eso espero, pero antes hay muchos lugares de España adonde ir. Ojalá se arreglen todos los problemas que hay en los ayuntamientos, y los artistas le podamos llevar un poco más de alegría a la gente en sus fiestas.